El Presupuesto 2026 pasó con sobresaltos y dejó un estreno político cargado para Santa Fe

El Presupuesto 2026 pasó con sobresaltos y dejó un estreno político cargado para Santa Fe
El Presupuesto 2026 pasó con sobresaltos y dejó un estreno político cargado para Santa Fe

El debut parlamentario suele ser una postal simbólica. Pero para los diputados nacionales que asumieron hace apenas unos días, el estreno fue de máxima exigencia política: votar el Presupuesto Nacional 2026, nada menos que el primero de la gestión de Javier Milei, tras dos años de prórrogas presupuestarias. La sesión, extensa y cargada de negociaciones, dejó en claro que el Congreso seguirá siendo un escenario de alta conflictividad y que, para Santa Fe, el arranque no estuvo exento de polémicas ni costos políticos.

El proyecto impulsado por el Ejecutivo fue aprobado en general durante la madrugada del jueves, pero el oficialismo sufrió un duro revés en la votación en particular, cuando la Cámara de Diputados rechazó el artículo 75, que derogaba las leyes de emergencia en discapacidad y de financiamiento universitario. Ese traspié marcó el pulso de la sesión y reconfiguró alianzas que, hasta último momento, parecían sólidas.

Un presupuesto aprobado, pero con límites claros

En la votación en general, La Libertad Avanza logró articular una mayoría amplia con el respaldo del PRO, sectores de la UCR, bloques provinciales y aliados circunstanciales de gobernadores del interior. El Presupuesto prevé un crecimiento del 5% del PBI, una inflación anual del 10,1%, un dólar a $1.423 hacia diciembre de 2026 y un superávit primario del 1,5% del PBI. Desde la oposición, sin embargo, cuestionaron la irrealidad de las proyecciones macroeconómicas y el sesgo de ajuste del plan de gastos.

El punto de quiebre fue el artículo 75. El Gobierno intentó blindarlo agrupando la votación por capítulos para evitar desmarques de aliados, pero la maniobra fracasó. Con 123 votos en contra y 117 a favor, la Cámara rechazó el capítulo completo, preservando el financiamiento universitario y la emergencia en discapacidad. Fue el golpe político más fuerte que recibió Milei en el Congreso desde el inicio de su mandato.

Cómo votaron los santafesinos

En ese escenario, el debut de los diputados nacionales por Santa Fe quedó bajo la lupa. Los nueve legisladores de La Libertad Avanza votaron en línea con el oficialismo, sin fisuras, tanto en general como en particular. El peronismo santafesino, integrado en Unión por la Patria, también actuó de manera previsible: votó en contra del Presupuesto y rechazó el artículo 75, defendiendo las leyes de universidades y discapacidad.

La sorpresa —y la polémica— estuvo en el comportamiento del bloque Provincias Unidas, donde se agrupan varios diputados santafesinos que habían generado expectativas de mayor protagonismo y confrontación con el Gobierno nacional. En la votación en general, optaron por la abstención, una decisión que permitió avanzar con el Presupuesto sin otorgar un respaldo explícito, pero que fue leída por amplios sectores como una postura ambigua en un debate clave.

Por Santa Fe, se abstuvieron Gisela Scaglia, Pablo Farías, Esteban Paulón y José Núñez. Luego, al momento de votar el artículo 75, el bloque sí se inclinó mayoritariamente por el rechazo, alineándose con la oposición y contribuyendo a la caída del capítulo más controvertido.

Scaglia intentó justificar la estrategia al señalar que “después de dos años sin presupuesto, dimos un paso clave para frenar la discrecionalidad y devolver previsibilidad al Estado”, y remarcó que el límite estuvo en “cuidar la educación pública y los derechos de las personas con discapacidad”. Sin embargo, la explicación no logró desactivar las críticas.

Críticas, pases de factura y un mensaje que resonó fuerte

El posicionamiento de Provincias Unidas generó reacciones inmediatas en el escenario político santafesino. El comentario más duro llegó desde las redes sociales de Caren Tepp, quien cuestionó sin rodeos la abstención del bloque en la votación general.

Provincias Unidas se abstuvo de la votación del presupuesto nacional. La ex vicegobernadora hizo campaña diciendo que venía al Congreso a defender a Santa Fe y en el primer debate abandona la pelea, y le permite al gobierno nacional que por ley consagre el abandono y la quita de recursos que nos corresponde a los santafesinos y santafesinas”, escribió Tepp en X, en un mensaje que rápidamente se viralizó y expuso el malestar de un sector del progresismo provincial.

La crítica puso en evidencia una tensión de fondo: la distancia entre las expectativas generadas durante la campaña y el desempeño efectivo en el Congreso, en un contexto donde cada votación se lee en clave de defensa o resignación de recursos para las provincias.

Un debut que marca el tono

La sesión dejó varias conclusiones. Para el Gobierno nacional, el Presupuesto avanzó, pero con un límite político claro en temas sensibles como universidades y discapacidad. Para la oposición, fue una victoria simbólica y concreta. Y para los nuevos diputados santafesinos, el debut parlamentario mostró que no hay margen para la tibieza: cada voto, cada abstención y cada silencio tiene costo político inmediato.

Con un Congreso fragmentado, un Ejecutivo que apuesta al ajuste y una sociedad atenta a los temas sociales más sensibles, el estreno legislativo de diciembre dejó una señal inequívoca: el Presupuesto 2026 no fue solo una ley, fue una prueba de carácter político. Y en Santa Fe, esa prueba ya empezó a generar debates que recién comienzan.