CÓRDOBA.- Falleció Santiago Molina, el joven cordobés de 28 años que estaba internado en un hospital de Playa del Carmen, en México, cursando la viruela del mono. Su familia comunicó ayer por las redes sociales el deceso. Llevaba más de un mes con la enfermedad y estuvo unos 15 días internados. Había dejado su Córdoba natal hace un año con la intención de conseguir trabajo y mejorar su calidad de vida en México.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) mantiene el alerta mundial por el aumento en el número de casos de personas infectadas con la viruela del mono.
El Ministerio de Salud confirmó este lunes 22 casos en la Argentina y hay 96 sospechosos notificados. El informe publicado en el Boletín Epidemiológico relevó de la semana 1 a la 34 y señaló que, tras el alerta de la semana 33, se registraron 42 contagios sospechosos los días posteriores, lo que permitió la detección de 9 de los 22 casos confirmados en lo que va de 2024. El 82% de las infecciones fue confirmada en las últimas cuatro semanas.
Claudia Follin, la madre de Santiago, contó en sus redes: “A todos los amigos y conocidos de Santy queremos comunicar que ha fallecido lamentablemente. Siempre estará en nuestro corazón”. Hace una semana había advertido que su estado era “complicado”, ya que tenía comprometido “el sistema respiratorio, la parte pélvica genital”. Estaba con asistencia respiratoria, en una cámara de oxígeno.
Estuvo internado en el Hospital General de Playa del Carmen, que es un establecimiento estatal. Lo acompañó su hermana Rocío, quien también está radicada en el norte de México; ella dejó su trabajo para estar cerca de él.
Los síntomas más comunes de la viruela símica son las lesiones en la piel y mucosas, que pueden doler. Las lesiones se pueden ubicar en regiones genitales, paragenitales o perianales, la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies o el tronco. El número de lesiones puede oscilar entre unas pocas localizadas y múltiples dispersas en distintas localizaciones.
Al principio, las lesiones son planas, luego se llenan de líquido y, a continuación, se forman costras, se secan y se desprenden, y por debajo se forma una capa nueva de piel. También puede presentarse dolor o sangrado anorrectal, inflamación de ganglios, fiebre, dolor de cabeza, muscular o de espalda, y cansancio y decaimiento.