Las siete claves para entrenar la mente y gestionar las emociones

“Estamos programados para sentir temor ante cualquier situación novedosa. Si queremos evitar este sabotaje, debemos proporcionarle a nuestro cerebro la seguridad que no nos da de forma natural”, dijo Ana Ibáñez, experta en neurociencia y entrenadora cerebral en una charla del ciclo Aprendemos Juntos 2030, la plataforma con contenidos inspiradores del BBVA.

Ibáñez es ingeniera superior química, exnadadora de alto rendimiento y piloto de helicóptero. Desde 2011 está ligada a su pasión, la neurociencia, investigando los últimos avances en este campo para lograr la optimización cerebral. Es una de las únicas entrenadoras de técnicas y tecnología de neurociencia en España.

La conferenciante publicó en 2023 el libro Sorprende a tu mente: entrena tu cerebro y descubre el poder de transformar tu vida.

“Podemos cambiar nuestras habilidades, mejorar nuestro humor y gestionar mejor nuestras emociones”, afirmó Ibáñez. En su intervención, enfatizó que el cerebro es moldeable y que todos pueden, con las herramientas adecuadas, superar la timidez, la inseguridad y hasta el miedo.

Con un enfoque claro y didáctico, explicó a través de siete claves, cómo la neurociencia aplicada nos permite cambiar las conexiones neuronales para mejorar nuestras vidas.

Las siete claves prácticas para entrenar tu mente

1. Reconoce la evolución de tu cerebro

Nuestro cerebro está programado biológicamente para defenderse de las amenazas, lo cual nos impide aprovechar nuevas oportunidades. Para evitar que nos boicotee, debemos aprender a darle seguridad sobre lo desconocido, lo que implica visualizar resultados exitosos.

2. Aprovecha el circuito de recompensa

Existen dos circuitos cerebrales: el del miedo y el de la oportunidad. Para activar el segundo, necesitamos calmar el miedo, ya que este último se conecta con el córtex prefrontal, donde se genera la confianza y la motivación para intentar cosas nuevas.

3. Desafía tus miedos

No se trata de vencer el miedo, sino de atravesarlo. Cuando sometemos al cerebro a situaciones incómodas, se activa una neuroquímica que nos ayuda a superarlas. El miedo activa la dopamina, recompensándonos cada vez que damos un paso hacia adelante.

4. Aprovecha la plasticidad cerebral

El cerebro tiene la capacidad de reprogramarse y adaptarse a nuevas circunstancias. Estudios han demostrado que, cuando cometemos errores, se liberan sustancias como la epinefrina y la acetilcolina, que nos permiten mejorar y transformar nuestro rendimiento.

5. Acepta el valor de los errores

Los errores desencadenan procesos químicos que activan el aprendizaje y la concentración. En lugar de frustrarnos, debemos utilizar este momento para darle a nuestro cerebro una dirección clara y aprovechar la plasticidad cerebral que se genera en esos momentos.

6. Crea una “burbuja de concentración”

Para concentrarnos, necesitamos un equilibrio entre calma y energía. Practicar ejercicios físicos breves antes de una tarea, escuchar música agradable o usar objetos familiares pueden ayudar a entrar en un estado de concentración óptima.

7. Maneja la ansiedad reconociendo su origen

La ansiedad surge cuando nuestro cerebro está asustado y alerta ante posibles amenazas, reales o imaginadas. La clave para reducirla es tratar nuestro cerebro como un niño asustado, dándole calma y seguridad, entendiendo que muchas de nuestras preocupaciones provienen de recuerdos subconscientes.

Un lugar incómodo

Uno de los puntos destacados fue la descripción de lo que sucede en el cerebro al cometer un error. “Es el lugar más incómodo para el cerebro”, aseguró. No obstante, añadió que este es un momento crucial para el aprendizaje, ya que activa una serie de procesos químicos que potencian la plasticidad. “La epinefrina nos pone en alerta, la acetilcolina nos enfoca en mejorar y, si logramos mantenernos en ese esfuerzo, la dopamina nos recompensa por el progreso”, detalló.

Por último, Ibáñez abordó la diferencia entre estrés y ansiedad. “El estrés es necesario para que logremos hacer algo que se sale de lo normal”, señaló. Aclaró que el estrés, a diferencia de la ansiedad, está vinculado a un factor estresor concreto, y que es positivo en tanto permite el crecimiento y el desarrollo. “El problema es cuando el estrés se mantiene y se convierte en ansiedad, es ahí donde debemos intervenir”, concluyó

Ana Ibáñez, experta en neurociencia y entrenadora cerebral, en el ciclo de charlas

A continuación podés disfrutar de la charla completa que compartió la experta en neurociencia y entrenadora cerebral en Aprendemos Juntos 2030, la plataforma del BBVA con contenidos útiles e inspiradores para mejorar la vida de millones de personas de todo el mundo que desde mayo se emiten en forma exclusiva por LA NACION.