Dos miradas sobre el impacto del lunes negro en el mercado cripto

Hoy los mercados globales experimentaron una fuerte caída que sacudió al mundo financiero. Las principales bolsas internacionales sufrieron pérdidas significativas: en Japón, el índice Nikkei 225 cayó un 12,4%, mientras que el S&P 500 de Wall Street retrocedió alrededor de un 4%.

Contexto global y causas del desplome

El reciente desplome de los mercados tiene sus raíces en la publicación de datos económicos desalentadores y el creciente temor a una recesión en Estados Unidos. El informe de empleos en EE. UU. mostró una desaceleración más pronunciada de lo esperado, lo que aumentó las preocupaciones sobre la fortaleza de la economía más grande del mundo. Este temor se vio amplificado por las tensiones geopolíticas y la frágil confianza de los consumidores en la eurozona y Asia, donde también se registraron caídas en los mercados bursátiles.

Además, el índice VIX, conocido como el “indicador del miedo” de Wall Street, alcanzó los 50 puntos, su nivel más alto desde la pandemia de COVID-19, señalando una posible volatilidad adicional en los mercados.

Esta situación provocó una aversión al riesgo generalizada que impactó también duramente en el mercado de criptomonedas.

Guilherme Nazar, VP Regional de Binance para América Latina, atribuyó la caída abrupta en los precios de las criptomonedas y las acciones a una mezcla de factores macroeconómicos y específicos de las criptomonedas. 

“Hablando específicamente de las criptomonedas, la venta masiva en el mercado provocada por los temores de recesión ha llevado a la reubicación de capital lejos de los activos de mayor riesgo, con las monedas digitales aún percibidas en gran medida como tales. Este movimiento se ha visto agravado por la dinámica reciente de la carrera presidencial de EE. UU., que algunos participantes del mercado ven como potencialmente menos favorable para las criptomonedas como clase de activos. Finalmente, en el mercado de criptomonedas, los meses de verano del Hemisferio Norte históricamente han sido más lentos que otros meses del año, con rendimientos consistentemente menores. Es posible que estas dinámicas estacionales también estén influyendo aquí”, explicó Nazar.

El ejecutivo también señaló que la reciente volatilidad en Wall Street y las tensiones geopolíticas contribuyeron significativamente a la inestabilidad del mercado. 

A pesar de estos desafíos, Nazar expresó un optimismo moderado al mencionar que se espera una reducción de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal en septiembre, lo que podría mejorar las perspectivas para la economía estadounidense y, por ende, para el mercado de criptomonedas. 

“No vemos esto como indicativo de una tendencia negativa a largo plazo para el mercado de criptomonedas. Se espera que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés en septiembre, lo que debería mejorar las perspectivas para la economía de EE. UU. Además, con las elecciones presidenciales aún a cierta distancia, queda un potencial significativo para las fluctuaciones del mercado. A medida que se acerquen las elecciones, es probable que veamos su impacto en el mercado en ambas direcciones a medida que los candidatos aclaren sus posturas sobre las criptomonedas.”

Impacto local

Por su parte, Matías Bari, CEO de Satoshi Tango, describió ante El Cronista la situación actual de las criptomonedas y las bolsas internacionales. Bari destacó que “en Japón se está viviendo una de las mayores crisis financieras de la historia”, y señaló que el desplome en los mercados asiáticos y europeos es producto del temor a una recesión en EE. UU. Este temor ha generado una aversión al riesgo a nivel mundial, afectando a los mercados de criptomonedas.

Bari explicó que la caída de Bitcoin, Ethereum y otras criptomonedas puede explicarse por el aumento de la aversión al riesgo. “Estos eventos en cadena han aumentado la aversión al riesgo a nivel mundial, lo cual afecta a mercados que operan activos de riesgo como las criptomonedas”, dijo Bari, subrayando que la situación económica global y los movimientos en los mercados tradicionales tienen un impacto directo en los activos digitales.

“La gran mayoría de las monedas del mercado son fluctuantes en su precio, por lo que son vistas como riesgosas, al menos en momentos de mercado como estos. Es por eso que su precio cae: los inversores venden sus tenencias para evitar seguir perdiendo o para pasarse a activos estables como USDT o XAUT, la única criptomoneda que creció durante estos días ya que su precio sigue al del oro”, subrayó Bari ante este diario.

El especialista conoce de los altibajos del mercado: “Durante nuestros 10 años de experiencia hemos visto caídas de este tipo e incluso más agudas, lo cual no significa que esto no sea algo llamativo, pero para nada se aleja de lo que puede suceder en un mercado con cierto riesgo como éste. Como siempre, luego de la sacudida inicial por este suceso llega la recuperación, que tarde o temprano sabemos que va a llegar: la FED seguramente modificará las tasas de interés el próximo mes, los ETFs de Bitcoin y Ethereum volverán a tener grandes entradas y, no nos olvidemos, los efectos del halving de Bitcoin todavía no se ven pero seguramente para finales de este año o durante la primera mitad del próximo estarán aquí

Perspectivas futuras

Bari considera que en el corto plazo, “seguramente la capitalización de mercado de las stablecoins crecerá ya que estas sirven como resguardo ante momentos de mucha volatilidad e incertidumbre. Si se quiere ir un paso más allá, creo que es una buena oportunidad para invertir en un activo como XAUT, que sigue al oro y es una alternativa para diversificar nuestra cartera de inversión. En casos como estos, la diversificación es clave: al tener el dinero en diferentes activos, las pérdidas pueden ser mucho menores¨

Ambos analistas coinciden en que, con la expectativa de que la Reserva Federal reduzca las tasas de interés y el potencial impacto de las próximas elecciones presidenciales en EE. UU., existe una oportunidad para que el mercado de criptomonedas se recupere y muestre resiliencia. Mientras tanto, los inversores deberán navegar con cautela en un entorno financiero volátil y estar atentos a las dinámicas macroeconómicas que continúan moldeando el panorama global.