Ha transcurrido una semana desde la viralización de un video en el que se ve a alumnos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) disfrutando de una fiesta al mismo tiempo que trivializaban la muerte de George Floyd, el ciudadano estadounidense víctima de represión policial. Los implicados fueron despedidos de sus puestos de trabajo, la casa de estudios inició una investigación y el Ministerio de Cultura presentó una denuncia ante el Ministerio Público, pero este caso de racismo, uno de miles que ocurren en el Perú día a día, merece una discusión prolongada y profunda.
La activista Sofía Carrillo señaló a Infobae Perú que la “situación blanco y negro se acabó”. Es momento de hablar de la blanquitud entendida como una forma de posicionarse socialmente y que no está asociado, necesariamente, al fenotipo europeo blanco. “En el Perú y otros países de Latinoamérica, la blanquitud está vinculada al ejercicio del poder, está ligado a lo mestizo que es visto como un bolsón donde todos entran y, por lo tanto, los problemas raciales desaparecen”, agregó.
Los que gozan de estas ventajas han de ser los primeros en reconocerlas y “debemos dejar de estar cuidándonos por la fragilidad blanca que se ofende cada vez que hablamos de estos temas”.
Sobre el video difundido, Carrillo señaló que es una oportunidad para sacar de nuestro discurso que el racismo es ignorancia o falta de conocimiento, “es un ejercicio de poder sumamente intencionado desde la blanquitud, desde privilegios que los saben propios, hay un ejercicio del poder expresado en el racismo, el menoscabo, la burla y el sadismo”.
La educación antirracista es también un enfoque a tener en cuenta, una que a través de los valores permitan cuestionar y erradicar el racismo. Los intentos por implementarla se ha topado con un muro de conservadurismo que ha pretendido desprestigiarla, pero también con un desentendimiento de aquellos que aseguran defender los Derechos Humanos. “Estamos en un momento donde la performance es más fuerte que el análisis estructural, estamos en una sociedad sumamente individualista donde las plataformas digitales son el escenario perfecto para quienes necesitan afirmación”, dijo Carrillo sobre aquellos que tras la muerte de George Floyd se sintieron parte de la lucha antirracista por publicar un recuadro negro en señal de solidaridad.
Alerta racismo
El Ministerio de Cultura demoró varias horas en condenar las acciones que ya habían generado una ola de indignación por parte de usuarios de redes sociales y organizaciones sociales y académicas. Su comunicado dio a conocer el contacto que sostuvo con la PUCP, recordó las sanciones a este tipo de acciones y dio a conocer las vías de atención para las víctimas de discriminación étnico-racial. Sin embargo, estos canales han sido cuestionados por su presunta falta de efectividad.
“En su momento fue una buena estrategia, permitió visibilizar todos estos hechos que eran vividos en soledad o en nuestra comunidad. Alerta contra el racismo cumplió su papel, ahora necesita modernizarse para estar acorde a los tiempos porque ya no es suficiente un comunicado”, señaló Carrillo.
Infobae Perú intentó obtener la declaración de un representante de esta iniciativa de lucha contra la discriminación; sin embargo, desde el Ministerio de Cultura indicaron que el cambio de ministro provocó cambio en las direcciones de la institución. “Por el momento no tenemos un vocero del tema. Quizás más adelante”, respondieron.
Situaciones como esta validan el reclamo de la aprobación de una Ley contra el racismo y la discriminación. “Hace falta una ley que no solo tenga en cuenta una sanción, sino también prevención, que cuente con estrategias intersectoriales e intergubernamentales”, recalcó Carrillo para luego recordar los tantos intentos para contar con una norma como esta, pero que no consiguió su promulgación por falta de voluntad política.