BEIRUT (AFP).- El Ejército israelí anunció este sábado que mató al jefe de la organización terrorista Hezbollah Hassan Nasrallah en un bombardeo lanzado contra un suburbio del sur de Beirut; al mismo tiempo una fuente próxima al movimiento islamista libanés afirmó que se perdió contacto con el dirigente desde el viernes por la noche.
Ante el anuncio, Hezbollah no se expresó oficialmente pese a que ya pasaron varias horas desde el ataque en la periferia sur de la capital libanesa.
“Hassan Nasrallah está muerto”, declaró un portavoz del Ejército israelí, Nadav Shoshani, en la red social X. Otro vocero, David Avraham, confirmó que el jefe del grupo fue “eliminado”.
Nasrallah, de 64 años, es un hombre poderoso y venerado en Líbano. Desde hace años, vive en la clandestinidad y aparece pocas veces en público. Según varias cadenas israelíes, fue blanco de bombardeos de gran intensidad el viernes por la tarde en un barrio densamente poblado de la periferia sur de Beirut.
Después de que Israel anunciara su muerte, el jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, afirmó: “No hemos agotado todos los medios de que disponemos. El mensaje es simple: sabremos alcanzar a cualquiera que amenace a los ciudadanos de Israel”.
El bombardeo israelí destruyó decenas de edificios y obligó a cientos de personas a abandonar sus hogares. Poco después el movimiento chiita afirmó que disparó cohetes contra un kibutz israelí y varias posiciones militares en el norte de Israel, en respuesta “a los ataques salvajes del enemigo israelí”.
En este contexto las autoridades israelíes indicaron que buscaban a inmuebles residenciales que albergan depósitos de armas del grupo, algo que el movimiento proiraní niega.
Por su parte el Ministerio de Salud libanés dio cuenta de un balance provisional de seis muertos y 91 heridos, e indicó que podría agravarse dado que los bombardeos destruyeron decenas de edificios.
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