El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, firmó la semana pasada una orden ejecutiva para intentar frenar la expansión del uso de armas automáticas y , además, busca que los simulacros de tiroteos que se llevan a cabo en las escuelas sean menos traumáticos para los estudiantes y docentes. Esta disposición busca limitar la creación de los dispositivos que convierten pistolas en ametralladoras y las armas creadas con impresoras 3D.
El presidente creó un grupo de trabajo cuya finalidad es investigar los aparatos que convierten las armas semiautomáticas en automáticas. Además, se llevarán a cabo una investigación sobre el aumento reciente de la cantidad de pistolas producidas a través de una impresora 3D, según se lee en el comunicado oficial de la Casa Blanca.
Armas automáticas en las escuelas de Estados Unidos
Esta disposición le exige a las escuelas que produzcan escenarios más eficaces, al mismo tiempo en el que se reduce el daño colateral, con respecto a los simulacros de los tiroteos. Esto significa que buscarán que estos sean menos traumáticos para quienes participen en ellos.
En concreto, la orden de Biden ataca estos frentes:
- Restricción de dispositivos que convierten las pistolas en ametralladoras, conocidos como bump stocks.
- Endurece las restricciones sobre las armas creadas con impresoras 3D.
- Refuerza las verificaciones de antecedentes necesarias para la compra de armas.
- Promueve mejores prácticas de almacenamiento seguro de armas.
- Apuesta a mejorar los simulacros de tiroteos en las escuelas para que sean menos traumáticos sin perder eficacia.
Prevención de la violencia armada en EE.UU.
El presidente Joe Biden creó en su mandato la Oficina de Prevención de la Violencia Armada, que actualmente se encuentra dirigida por la candidata Kamala Harris. Además, este tuvo una participación activa en la lucha por la aprobación de las leyes que comprenden la seguridad de las armas. Una de las medidas más importantes que tomó fue la prohibición de las armas de asalto y restringir el uso de las pistolas fantasmas.
Según reporta Associated Press, la violencia armada se volvió una crisis de salud pública debido a que va del año hubo por lo menos 31 tiroteos masivos a lo largo de todo Estados Unidos, lo que dejó un saldo de 135 muertos y cientos de heridos. Además, comenta que las comunidades negras y latinas son las que tienen más chances de sufrir este tipo de situaciones, sin mencionar que la principal causa de muerte de los niños y adolescentes de este grupo es por armas de fuego.
Un gran sector de los ciudadanos estadounidenses dicen que se necesitan leyes más estrictas para poder combatir frente a esta crisis de violencia con respecto con las armas de fuego. Creen que si hay un número menor de armas disponibles en el mercado o si simplemente se limitara el acceso a ellas podría tener un efector significativo en la reducción de los tiroteos.