Sol Carreras
Madrid, 29 oct (EFE).- IU y Podemos están aprovechando el caso de Íñigo Errejón para reivindicar sus marcas en medio del escándalo que sacude a toda la izquierda, pero principalmente a Sumar, el partido de Yolanda Díaz, tras las acusaciones de violencia sexual contra Íñigo Errejón.
La dimisión del portavoz parlamentario de Sumar ha conmocionado a todos los partidos de izquierda, que reconocen la desafección que este asunto provoca en su electorado y avisan además de las posibles consecuencias que pueda tener en el Gobierno de coalición entre Sumar y el PSOE.
Sin embargo, mientras Sumar trata de parar la hemorragia y otros partidos como los comunes optan por un perfil más discreto, IU y Podemos están sacando la cabeza en medio de esta situación crítica para marcar perfil propio.
Por un lado, el coordinador federal de IU, Antonio Maíllo, ha multiplicado sus entrevistas en medios de comunicación y su presencia en actos públicos con un mensaje muy claro: el caso de Errejón es una oportunidad para “darle la vuelta al calcetín” y hacer cambios profundos en el grupo Sumar, del que forma parte su formación, y en el propio espacio de la coalición.
Su petición no es nueva, ya que lleva meses reclamando acabar con la “verticalidad” en la toma de decisiones por parte del partido de Yolanda Díaz, pero esta vez ha tenido efectos directos en Sumar, que ha aplazado la elección de su portavoz parlamentario sustituto de Errejón a la espera de una remodelación global del grupo.
El propio Maíllo ha negado que IU trate de aprovechar el caso de Errejón para tener más poder en el espacio de Sumar, pero es evidente que su formación quiere dejar de ser un actor secundario y aspira al menos a una relación entre iguales en el grupo, del que también forman parte Compromís, los comunes, Más Madrid, la Chunta y Més per Mallorca, además del propio Movimiento Sumar.
Por su parte, Podemos, que dejó el grupo Sumar a finales de 2023 para pasar al Grupo Mixto, es consciente también del daño que puede hacerle el caso de Errejón, aunque subraya que el expolítico llevaba años desvinculado de la formación morada, de la que fue cofundador.
Al igual que el resto de partidos de izquierdas, Podemos ha puesto el foco desde el primero momento en las víctimas de agresiones sexuales.
Pero en medio del cruce de responsabilidades políticas por el caso de Errejón, Podemos ha apuntado directamente a la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, al informar de que le avisaron sobre un supuesto tocamiento del expolítico a una mujer durante un festival de música en Castellón denunciado en redes en junio de 2023, poco antes de las elecciones generales.
Sumar no oculta su malestar con Podemos por este hecho, ya que la propia Yolanda Díaz criticó en su comparecencia el lunes que algunas formaciones políticas quieran “aprovechar este drama” para “sacar rédito político”, en alusión implícita a la formación morada.
Pero Podemos sigue con la determinación de proteger su imagen y hacer valer su marca, y este mismo martes su líder, Ione Belarra, ha defendido que las víctimas de violencia machista, “denuncien o no”, tienen derecho a acompañamiento jurídico o psicológico, después de que Yolanda Díaz dijera que para que los protocolos se activen hay que denunciar. EFE