La Agencia Meteorológica de Filipinas (PAGASA) ascendió este jueves a Usagi a la categoría de supertifón, convirtiéndose en la quinta tormenta en golpear el país en menos de un mes.
La tormenta, que ha incrementado su intensidad en las últimas horas, presenta vientos sostenidos de 185 km/h y ráfagas de hasta 230 km/h. Se espera que toque tierra en el norte de Filipinas esta tarde, según el último informe meteorológico.
Actualmente, el supertifón, conocido localmente como Ofel, se encuentra a 165 km al este de la provincia de Cagayan. Su trayectoria podría llevarlo hacia el norte-noroeste, rozando Taiwán y acercándose al archipiélago japonés de las Ryukyu.
Ante la amenaza inminente, el secretario del Interior filipino, Jonvic Remulla, declaró el martes que las autoridades están adoptando un enfoque “proactivo”, desplegando equipos de rescate locales y municipales.
“Estamos preparados para responder a las necesidades de la población en riesgo”, afirmó Remulla durante una conferencia de prensa.
Por otro lado, el Consejo de Reducción y Gestión de Desastres de la provincia de Cagayan ordenó este jueves la evacuación forzosa de áreas susceptibles de inundaciones y deslizamientos de tierra.
Cagayan y otras provincias del norte ya sufrieron los embates de cuatro ciclones consecutivos en las últimas semanas, exacerbando la vulnerabilidad de sus habitantes.
Según las autoridades, la provincia sigue en recuperación tras el paso de tormentas como Trami (llamada localmente Kristine), que golpeó en octubre, dejando un saldo de 139 muertos en la región ubicada en el norte del país.
La situación se ha vuelto crítica en Filipinas, donde tormentas sucesivas han dejado una estela de destrucción.
Más recientemente, en el mes de noviembre, el tifón Yinxing afectó a más de 40.000 personas en la misma región. El lunes, Toraji impactó la provincia de Aurora, con daños materiales significativos y la evacuación de 32.000 personas.
“Las lecciones aprendidas de Kristine nos han ayudado a evitar víctimas fatales en estas últimas tormentas”, comentó Remulla sobre las evacuaciones.
Mientras Filipinas se prepara para enfrentar a Usagi, PAGASA advirtió que otra tormenta tropical, llamada Man-Yi, se acerca y podría afectar al país en los próximos días. Con un promedio de 20 tifones y tormentas tropicales al año, la nación asiática permanece en alerta, ya que la temporada de lluvias suele prolongarse hasta diciembre.
Taiwán también emitió una alerta costera
La Agencia Meteorológica Central de Taiwán (CWA) emitió este jueves una alerta marítima ante la proximidad del tifón Usagi.
Con ráfagas de viento que alcanzan los 200 km/h, Usagi se encontraba a las 08:30 hora local a 552 kilómetros al sureste del cabo Eluanbi, en el extremo sur de Taiwán, y avanzaba hacia el noroeste a una velocidad de entre 18 y 24 km/h, informó la CWA en su último reporte.
Wu Wan-hua, pronosticadora de la CWA, explicó en una conferencia de prensa matutina que Usagi seguirá una trayectoria hacia el estrecho de Bashi antes de girar hacia el norte-noreste y posteriormente al noreste, en una ruta que podría aproximarse más a la costa de Taiwán de lo previsto inicialmente.
“Este giro al norte es más cercano a la costa de Taiwán en comparación con la previsión de ayer”, indicó Wu, lo que ha incrementado las precauciones en las zonas costeras de la isla.
Ante el pronóstico, las autoridades taiwanesas han comenzado a coordinar medidas de prevención, especialmente en el litoral sur y este de la isla, áreas vulnerables al impacto de fuertes vientos y posibles lluvias torrenciales.
La CWA ha alertado de que Usagi podría generar marejadas e intensas lluvias en varias localidades a medida que se aproxime al territorio taiwanés, afectando principalmente al sur y sureste del país.
(Con información de EFE)