Diseñar un jardín es como crear una obra de arte al aire libre. Cada detalle cuenta, revaloriza el aspecto del entorno y habla sobre la personalidad y estilo de sus creadores. Pero, antes de empuñar la pala hay algunas cosas que se deberían tener en mente.
Lo primero es tomar conciencia del espacio que se tiene a disposición. No se trata sólo de medir en metros cuadrados; también hay que pensar en la luz que recibe, el tipo de suelo disponible y las condiciones climáticas de la región.
Cada rincón tiene su propia personalidad y entenderlo ayuda a elegir las plantas adecuadas y a crear un ambiente armonioso
Otra clave es definir el estilo que se le quiere dar al jardín. ¿Un oasis zen, un jardín silvestre o un espacio moderno y minimalista? El estilo del jardín debe reflejar los gustos de sus habitantes y el uso que se le dará al espacio.
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Un jardín no solo es para admirar, también es un lugar para relajarse, entretenerse o incluso cultivar las propias verduras. Tener en claro cómo se quiere interactuar con ese espacio, será la mejor guía para tomar decisiones acertadas.
Primero la sostenibilidad
Un tema que no se puede dejar de lado al diseñar un jardín desde cero o repensar un esquema ya existente es la sostenibilidad.
Optar por plantas nativas y resistentes no solo conduce a un espacio verde más fácil de mantener, sino que también es beneficioso para el medioambiente
Incorporar elementos como sistemas de riego eficientes o zonas de compostaje puede hacer que el jardín sea aún más amigable con el ecosistema.
Para dar un paso más a esas reglas generales, Ignacio Van Heden, viverista y especialista en planificación y diseño del paisaje, comparte sus cinco mandamientos de diseño para un jardín perfecto.
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5 claves para mejorar el diseño
1. Sumar objetos verticales para generar un recorrido visual y desarrollar situaciones de paseo en el jardín.
Los objetos verticales sirven como estructura y enfoque, proporcionan puntos de interés que pueden servir como focos de atención. Pueden enmarcar vistas, resaltar ciertas áreas del jardín o servir como telones de fondo para otras plantas.
La incorporación de elementos verticales introduce variación en las alturas, lo que enriquece la percepción del espacio. Este contraste puede hacer que el jardín se sienta más lleno e interesante.
2. Una técnica para generar mayor interés visual y conectar los espacios es mezclar texturas y materiales cerca de las construcciones. Por ejemplo, césped con grava, madera o diferentes solados.
Un diseño que incluya diversos elementos y texturas puede invitar a las personas a moverse por el espacio, interactuar con diferentes materiales, experimentar el jardín de manera más envolvente y sumar una dimensión sensorial
3. Hacer “encuadres” para las vistas: cerrar vistas es generar profundidad.
Enmarcar vistas permite resaltar ciertas áreas del jardín o servir como telones de fondo para otros escenarios.
4. Los canteros deben ser generosos. Una manera de ver la escala acorde al espacio es dejando crecer el pasto y recortando la forma.
5. Pensar las plantas en función a las estaciones del año. Armar un listado y superponer floraciones e interés estacional.