El general Fabián Berredo, comandante Operacional del Estado Mayor Conjunto (EMCO), presentó una denuncia penal ante el juez Daniel Rafecas contra el subjefe del Ejército, Carlos Carugno, acusándolo de amenazarlo con despedir a su esposa del Hospital Militar si no solicitaba su retiro de las Fuerzas Armadas.
La acusación -que se hizo pública en las últimas horas- sostiene que Carugno transmitió a Berredo, a través del coronel López Stanic, que si no solicitaba su retiro antes del 10 de julio, su esposa, Claudia Barros, coronel médica del Hospital Militar, perdería su puesto. “Es una clara figura de coerción; me mandaron un mensajero para decir que si para antes de tal fecha no pedía el retiro iba a ocurrir este hecho con mi señora”, aseguró el general, en diálogo con el periodista Eduardo Feinman en Radio Mitre.
Según informó Berredo, en el transcurso de los últimos tres meses notificó sobre esta “coerción” tanto al ministro de Defensa, Luis Petri, como al jefe del Estado Mayor Conjunto (EMCO), el brigadier general Xavier Julián Isaac, en el cargo desde enero de este año, tras una profunda reestructuración en las FFAA que realizó Milei luego de jurar como Presidente.
“A lo largo de tres meses, y antes de presentar mi renuncia indeclinable, he presentado esto a la institución, a las máximas autoridades militares y civiles a través de notas, y esperé a que se tomen las medidas del caso; pensé que iban a hacerlo en forma instantánea y rápida”, expresó.
Fuentes militares y del gobierno nacional reconocieron, ante la consulta de este medio, que el origen del conflicto se originó en la mencionada decisión de Milei de instrumentar una fuerte renovación y una reducción de los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, el líder libertario resolvió pasar a retiro a 23 de los 55 generales del Ejército, mientras que en la Marina, se afectaron a 7 sobre 26 almirantes.
Esta renovación incluyó, además, los acuerdos en el Senado para los asensos de los nuevos cargos militares, como Isaac en el EMCO; el general de brigada Carlos Alberto Presti como nuevo jefe del Estado Mayor General del Ejército; el contralmirante Carlos María Allievi como jefe de la Marina; y del brigadier mayor Fernando Luis Mengo, al mando de la Fuerza Aérea.
A principios de esta semana, el propio Milei dio de baja el pedido de ascenso de dos militares del Ejército, cuyos pliegos habían sido frenados meses atrás en el Senado por su vice, Victoria Villarruel, quien argumentó que no tenía el “consenso necesario” para aprobarlos en el recinto. Uno de esos pliegos era el de Berredo. El otro, el del coronel Gustavo Adrián Sívori.
En reserva, fuentes militares mencionaron a Presti como uno de los responsables del bloqueo al ascenso de Berredo. Es que, de ascender, tendría el mismo grado militar que él. Además, por otro lado, su cargo como Comandante Operacional del EMCO era muy codiciado: tenía a su cargo la planificación de las grandes operaciones militares y el manejo del Fondo para la Defensa, y su influencia se extendía a las políticas de defensa que involucran a todas las fuerzas armadas.
En medio de todo este contexto, Berredo finalmente presentó su pase a retiro. Lo hizo a través de una nota que envió a Milei el pasado martes 26 de noviembre. “Tengo el agrado de dirigirme a usted en su carácter de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y habida cuenta que es usted quien me ha confirmado como Comandante Operacional de las Fuerzas Armadas, para presentar mi renuncia indeclinable en el cargo con que me fuera honrado y comunicarle mi decisión de solicitar el pase a situación de retiro”.
“Las razones que lo fundamentan son las que oportunamente le informé por nota el pasado 11 de noviembre. Saludo a usted con la más alta consideración y estima”, completó en el texto.
Sobre este punto se refirió en la mencionada entrevista radial. “Ya he presentado la renuncia, está claro, y a lo largo de este tiempo no aproveché (la denuncia) para que me favorezca, lo he encapsulado”. “El centro son los valores, y es mi decisión, pese a saber que esto cruje y que la institución está en vidriera”, finalizó.
Por último, fuentes del Ejecutivo cuestionaron la difusión del caso: “Causó sorpresa y malestar la visibilización mediática de un proceso judicial, que se encuentra en curso y -por lo tanto- sin resolución definitiva, en momentos en que la Fuerza se halla en la búsqueda de un Sargento que se encuentra desaparecido en actividades de adiestramiento operacional en Santa Fe”.