“La tenía en la mira hace muchos años”, dijo a LA NACION Eduardo Costantini tras haber comprado por teléfono desde Buenos Aires a la galería Barro por 470.000 dólares la Calavera #5 del dúo Mondongo, exhibida en Art Basel Miami Beach. “Es la serie más atractiva de ellos, la más buscada”, agregó, sobre la pieza, que había querido comprar hace una década en una subasta en el Museo de Bellas Artes de Houston. Entonces quedó justo debajo de la oferta más alta, que superó por poco los 200.000 dólares.
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Esa revancha justifica la mayor inversión en arte argentino contemporáneo realizada por el empresario, distinguido el año pasado con el Premio arteba al Coleccionismo. El récord anterior en arte producido en este milenio había sido Manifestación, también realizada en plastilina por el mismo grupo en homenaje a Antonio Berni, y exhibida este año en Malba. Por esa pieza tridimensional, de casi tres metros de ancho por dos de alto y 120 kilos de peso, pagó en junio otra suma de seis dígitos en dólares.
Esa cifra fue el récord alcanzado por el dúo que integran Juliana Laffitte y Manuel Mendanha durante apenas unos meses, hasta que el coleccionista Andrés Buhar pagó 1,27 millones de dólares por Argentina (paisajes), instalación que se exhibe hasta marzo en Malba Puertos. Podría ser así la más cara del arte nacional, ya que se habría pagado una suma similar por la pintura mural de Jorge de la Vega vendida en arteba en 2019. “Me parece una muy buena compra, es un políptico, son muchas obras en una. Malba Puertos le dio visibilidad”, opinó Costantini al respecto.
Si bien Buhar también compró este año dos calaveras, que exhibe en Arthaus junto con el Baptisterio de los colores, ya había anticipado a LA NACION que no estaba interesado en adquirir esta pieza de una serie de doce, que pertenecía hasta ahora a otro argentino. Entre las microescenas de plastilina que la componen se incluye el famoso urinario con el cual Marcel Duchamp se convirtió en “padre del arte conceptual” al transformarlo en Fuente, hace más de un siglo. “Ahora tengo que ver en curaduría qué hacer con la obra –dijo Costantini-. Con el nuevo director, Rodrigo Moura. Pero seguramente va a estar exhibida”.
Respecto de Mondongo, dúo que acaba de cumplir un cuarto de siglo de trabajo en conjunto y que tuvo un año excepcional, opinó que “son grandes artistas que van en la línea de El Bosco y de Las distracciones de Dagoberto”, de Leonora Carrington, otra de sus adquisiciones recientes. “No solamente por la calidad de la obra, sino también por la referencia a la historia y la versatilidad que tienen. Abordan temas muy disímiles, de forma muy detallada. Hacen múltiples citas, a distintas épocas y distintos temas. También por el manejo de la materialidad, de la plastilina. Tienen una identidad única”.