Los ecuatorianos acuden este domingo en segunda vuelta a las urnas en unas elecciones presidenciales que enfrentan al actual mandatario, Daniel Noboa, con la candidata Luisa González, en un escenario marcado por la economía dolarizada, el aumento del narcotráfico y la polarización política. El resultado, aún incierto, definirá si el país continúa con las políticas de seguridad y ajuste fiscal de Noboa o retoma el proyecto nacional y popular de la década correísta (2007-2017).

¿Qué propone Noboa para la economía dolarizada y el narcotráfico?
Noboa, empresario de 37 años y presidente desde hace 16 meses, basó su campaña en el Plan Fénix, que incluyó despliegues militares, controles portuarios y confiscaciones de drogas. Según datos oficiales, su gestión redujo un 15% las muertes violentas en 2023. “Los ecuatorianos quieren un cambio real”, declaró en Guayaquil, criticando a “las mafias que nos han quitado la paz”.

En lo económico, prometió un crecimiento del 4% en 2025 mediante mayor recaudación fiscal, inversión privada en petróleo y subsidios a sectores afectados por desastres naturales. Sin embargo, analistas señalaron que algunas medidas, como indemnizaciones por derrames petroleros, parecieron orientadas a captar votos.
¿Cómo busca González revivir el correísmo y enfrentar la inseguridad?
González, candidata de Revolución Ciudadana, prometió reinstaurar programas sociales de la era de Rafael Correa y desplegar 20.000 nuevos policías. Aunque reconoció un repunte de asesinatos, su crítica central apuntó al bolsillo de los votantes: “¿Tu vida mejoró en estos 15 meses? La respuesta la tienes tú: en tu casa, en tu corazón”, cuestionó en redes sociales.

La líder socialista aseguró que gobernaría sin Correa, pero sectores de su partido insinuaron un posible retorno del expresidente, condenado por corrupción en 2020.
Relaciones internacionales y cautela de los mercados
González enfrenta el desafío de equilibrar su promesa de usar reservas para programas sociales con los compromisos del FMI y acreedores internacionales. Noboa, en cambio, priorizó alianzas con inversionistas extranjeros. Los mercados reaccionaron con escepticismo: “Si Noboa gana, los bonos subirán; si gana ella, caerán”, advirtió Magda Branet, de AXA Investment Managers.
Observadores y riesgo de fraude: ¿Cómo se desarrollará la jornada?
Ambos candidatos desplegaron más de 45.000 observadores para prevenir irregularidades. Correa, desde Bélgica, acusó sin pruebas que Noboa no entregaría el poder, mientras el presidente aseguró que reconocería resultados sin fraudes.
En un país donde el narcotráfico vinculado a cárteles mexicanos y mafias albanesas disparó crímenes como extorsiones y robos de combustible, el voto también es un plebiscito sobre la seguridad. Janeth Torres, líder barrial de Quito, resumió el apoyo a Noboa: “Lo que no hicieron otros gobiernos, él demostró que puede hacerlo”.
Con una ventaja de apenas 16.746 votos en la primera vuelta, la polarización refleja un Ecuador dividido entre el temor al retroceso correísta y la demanda de mayor estabilidad.