Nuevo escenario: un frigorífico invirtió US$7 millones para exportar carne kosher

SANTA FE.- Ante la situación actual del mercado interno de la carne, con caída sostenida del consumo, la merma de precios que aplicó China, el principal mercado para la Argentina, la escasez de hacienda y el atraso cambiario, como se considera en el sector, la empresa frigorífica Rafaela Alimentos decidió enfrentar la complejidad del problema con una estrategia. Con una inversión de US$7 millones en su planta de Casilda, departamento Caseros, a 208 kilómetros al sur de esta capital, comenzará en pocos meses la producción de kosher, es decir cortes vacunos obtenidos según los preceptos del judaísmo.

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“Por su naturaleza, el proceso kosher, si bien brinda mayor competitividad, hace que tengamos que redefinir, capacidades, volúmenes de producción y procesos de trabajo, pasando de faenar 700 cabezas diarias a 480″, explicó a LA NACION una fuente de la empresa.

El anuncio viene a aclarar una serie de comentarios sobre la situación de la firma, luego de que trascendiera que se decidió licenciar al personal de las plantas de Rafaela y Casilda desde el 15 de este mes y hasta el 7 de enero próximo. Días atrás, Sixto Vallejos, referente del Sindicato de la Carne, explicó que “no se han renovado los contratos en la planta de Casilda” y agregó: “Algunos despidos fueron con justa causa, como pasa habitualmente, y que en otros casos se deben a la situación actual del país. El consumo interno está caído. No hay, por el momento, renovación de contratos”.

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Para Carlos Lagrutta, presidente de Rafaela Alimentos, “el problema es del sector exportador”.

“Se trata de una combinación nefasta de bajos precios de China, falta de hacienda y atraso cambiario. Lo que confunde es que la estructura de las empresas exportadoras es de un gran gasto fijo, con una contribución por animal muy baja. Esto lleva a que debamos tratar de minimizar pérdidas, faenando lo máximo posible. Es lo que genera récords de exportaciones, que dan una falsa sensación de bonanza, cuando en realidad registramos pérdidas importantes”, dijo en diálogo con este diario.

Si bien brinda mayor competitividad, el sistema kosher hace que la empresa tenga que redefinir capacidades, volúmenes de producción y procesos de trabajo, pasando de faenar 700 cabezas diarias a 480

Ante una consulta, el empresario dijo: “En el caso particular de Rafaela Alimentos, elegimos enfrentar esta situación (que es la de todos los exportadores de carne) achicando la estructura, bajando tanto gasto fijo como capacidad de faena. Con esto conseguimos acotar las pérdidas de manera de aguantar una situación que seguramente continuará por un par de años”.

“Por lo tanto, realizamos el ajuste correspondiente. Pero hay otras cuestiones que nos atañen y que tienen que ver con una inversión muy importante que arranca dentro de un mes, que es el kosher, que se logra vender a mejores precios, pero a costa de bajar el ritmo de faena, según especifican los rabinos. Esto también lleva a un necesario ajuste”, añadió.

El frigorífico tiene su base de operaciones en Rafaela; tiene diversas áreas de negocio

Por su parte, Gustavo Riva, gerente de RRHH y de Relaciones Institucionales de la firma, aclaró que en Rafaela la empresa está “trabajando normalmente sin ningún tipo de inconvenientes”.

Recordó que en total la empresa cuenta con 1500 trabajadores, entre todas sus plantas, y que “las bajas que se registraron corresponden al personal temporario en Casilda, donde se procederá a la readecuación de la planta para kosher”. Añadió: “En Casilda la empresa viene realizando inversiones muy importantes desde hace varios años. Esto hizo que podamos ser más productivos y abrirnos a nuevos mercados, como Chile, Estados Unidos y Canadá, entre otros”.

Riva insistió sobre la situación actual del mercado de carnes en la Argentina. “Es muy compleja. El consumo local cayó, por lo que ese excedente se destina a exportación. Como se dijo, el principal mercado es China, hacia donde se dirige casi el 70% de la venta, y al ser un commodity hoy el precio internacional no es competitivo. El valor de la hacienda en dólares es alto para los precios de venta internacionales. Por otro lado, la readecuación en los valores de energía también impacta en el resultado. Esto hace que debamos buscar alternativas para ser más competitivos”, concluyó.

Preocupación

En los últimos días, desde el Sindicato de la Carne se vino alertando sobre la situación laboral planteada en Casilda, donde Rafaela Alimentos cuenta con 600 empleados. “La empresa viene trabajando tres días a la semana y poco volumen. El 15 de diciembre la planta tomará vacaciones hasta el 6 de enero y se verá cómo sigue el mercado en todas las plantas de Rafaela”, describió el gremialista Vallejos. En este contexto, el sindicalista apuntó: “Se cayeron los mercados internacionales y quedamos patas para arriba, como sucede en casi todas las empresas del país. Aquí, Rafaela Alimentos retomará sus actividades en enero. Este problema es transitorio; se prevé que 100 de 1500 trabajadores de las dos plantas (Rafaela y Casilda) dejarán sus tareas”.

Desde Rafaela

El frigorífico tiene su base de operaciones en Rafaela. El año pasado se ubicó quinto en el ranking nacional de faena porcina, con 203.900 cabezas, y en el puesto 11 en el ranking de faena bovina, con 144.400 cabezas. La compañía está presente en el mercado local con su marca de fiambres y embutidos Lario y también exporta gran parte de su producción a diversos destinos. Sus orígenes se remontan a 1915, cuando fue fundada por el inmigrante italiano Luis Fassoli. En aquel momento, Fassoli comenzó a elaborar fiambres de manera artesanal con recetas traídas de su tierra natal. Incluso la marca comercial que hoy tiene la empresa hace referencia a la zona de Mandello del Lario en Italia, de donde era su fundador.

Procesa carne de cerdo y a la carne vacuna la vende tanto en el mercado local como en el internacional. Exporta principalmente a Brasil, China, Perú, Rusia, Singapur, Sudáfrica y la Unión Europea, entre otros. En este contexto, la empresa fue recientemente noticia porque recibió un crédito de 6 millones de dólares del BICE para su planta en Casilda.