El exsenador Edgardo Kueider pidió ser restituido en su banca alegando que la sesión en la que se lo expulsó estaba siendo presidida por Victoria Villarruel en un momento en el que le correspondía la titularidad del Poder Ejecutivo, porque Javier Milei ya se había ido del país.
El asunto repercute en una discusión jurisprudencial que buscará determinar si esa circunstancia hace que la sesión sea nula o no. Cerca de Villarruel afirman que recién firmó el traspaso de funciones a las 19 horas. “Hasta que no me traspasan el poder soy vicepresidente. Y eso se hace informándomelo el escribano de la Presidencia”, le respondió hoy a un usuario de Instagram.
En la Casa Rosada afirman que eso no importa porque Milei ya estaba afuera y ese traspaso ocurre de manera automática. “Se cagaron en el debido proceso que tenía que pasar Kueider y se cagaron en el procedimiento de la sesión. Murió la República”, se le escuchó decir a un alto funcionario ayer en la sede del Poder Ejecutivo.
Pero este viernes dieron un paso más: desde la Presidencia difundieron fotos de conversaciones privadas del martes entre un funcionario de Casa Militar con Guadalupe Jones, la secretaria privada de Villarruel, en la que se avisaba que a las 12 horas el jefe de Estado iba a salir del país. “Victoria miente”, fue uno de los mensajes que hicieron circular.
Minutos después, el vocero presidencial, Manuel Adorni, tuitearía: “En este Gobierno no se miente”. En el Senado no se van a pronunciar al respecto, pero hubo un fuerte enojo por esa filtración. “Eso habla más de ellos que de nosotros”, refunfuñaron desde el Palacio Legislativo.
No se piensa en los más mínimo pedir la cabeza de Villarruel. “Es una locura”, dice una fuente de Balcarce 50. Es algo que piden unos pocos actores de La Libertad Avanza. Una es la diputada nacional, Lilia Lemoine, quien mantiene una pelea de larga data con la vice; aunque no incide en lo más mínimo en las decisiones del Poder Ejecutivo.
Otros decían: “Estamos aún sin definir qué es lo que pensamos”. La estrategia adoptada por el momento es confrontar con el “brazo armado” libertario: el aparato de redes con los que cuentan en Casa Rosada.
Tampoco buscarán intervenir con amparos para que Kueider vuelva a su banca. Sí creen que sería conveniente que la presentación del entrerriano prospere y aquello quede en un limbo, evitando que no pueda asumir en su lugar la kirchnerista pura cepa Stefania Cora.
A esta altura del mes, la Casa Rosada esperaba estar marcando agenda con el temario de sesiones extraordinarias que había anunciado la semana pasada. Por el contrario, terminó votando ayer la expulsión de uno de sus senadores con los que más operaba en el recinto y, por si fuera poco, en una sesión pedida y movilizada por Unión por la Patria.
El aviso de Macri a Milei y La Libertad Avanza
La detención de Edgardo Kueider terminó siendo un parteaguas en la marcha de la gestión libertaria. Le sirvió al kirchnerismo para reemplazarlo por una senadora fiel y marcarle la cancha al gobierno y le fue útil al PRO para diferenciarse aún más en su agenda por la “transparencia”. El vínculo entre Macri y Milei (y sus alfiles) está en su peor momento.
Menos de un día después de que Kueider fuera echado, Macri reapareció en público en el Encuentro Nacional de la Fundación Pensar y lanzó: “El PRO se creó para protagonizar. Para representar, ganar elecciones, gobernar y transformar. Eso somos nosotros”.
Se trata de toda una declaración de principios en el marco de los idas y vueltas entre ese espacio y La Libertad Avanza sobre si hacer una alianza electoral para el año próximo. ¿Fue casual que ayer en un evento lo hayan escuchado decir que después de la caída de la sesión por Ficha Limpia le soltaba por completo la mano a Milei?