El gobernador celebró el triunfo del oficialismo en las elecciones de convencionales constituyentes, en las que Unidos para Cambiar Santa Fe se consolidó como la primera fuerza en toda la provincia. Aunque no logró la mayoría absoluta, el resultado le otorga un lugar central en el debate por la nueva Constitución.
Con un mensaje de victoria y prudencia, el gobernador Maximiliano Pullaro encabezó este domingo por la noche la celebración del oficialismo tras imponerse en las elecciones de convencionales constituyentes. En una jornada clave para el futuro institucional de Santa Fe, Unidos para Cambiar Santa Fe logró imponerse en los 19 departamentos de la provincia en la categoría distrito único, y en 12 de ellos también en la elección departamental, lo que se consolida al frente como la fuerza con mayor representación en la futura convención constituyente.
«Ganamos de punta a punta», afirmó Pullaro, quien encabezó la lista de convencionales por distrito único. Desde Rosario, junto a la vicegobernadora Gisela Scaglia y referentes del radicalismo y el socialismo, el mandatario subrayó que no hubo ciudad ni pueblo donde Unidos haya sido derrotado. «Eso marca un rumbo. Pero debemos tener humildad, escuchar y construir consensos», dijo.
Una mayoría sin hegemonía
Con el 95% de las mesas escrutadas, Pullaro se impuso con el 34,83% de los votos en la categoría distrito único. Muy por detrás, Juan Monteverde (Más para Santa Fe) alcanzó el 15,05%, mientras que Nicolás Mayoraz (La Libertad Avanza) se ubicó tercero con el 14,05%, superando a Amalia Granata (Somos Vida), que obtuvo el 12,75%.
Este resultado le permite al oficialismo contar con al menos 30 de los 69 escaños que tendrá la convención. Si bien no alcanza la mayoría propia, le otorga un poder de negociación clave para la elaboración del nuevo texto constitucional. Pullaro planteó que el desafío será construir una Carta Magna moderna, fruto del diálogo entre sectores diversos. “Tenemos una oportunidad histórica de mostrar que, aun pensando distinto, los santafesinos podemos escucharnos y construir juntos”, afirmó.
El peso territorial y la puja entre bloques
En la elección de convencionales departamentales, Unidos se impuso en 12 de los 19 distritos, de la mano de referentes territoriales con peso propio, en su mayoría senadores provinciales que jugaron fuerte en sus departamentos. Entre ellos se destacan Hugo Rasetto (Iriondo), Felipe Michlig (San Cristóbal), Paco Garibaldi (La Capital), Rodrigo Borla (San Justo), Leo Diana (San Jerónimo), y Esteban Sosa (San Martín). También en General López, donde se impuso al ministro de Obras Públicas y al exsenador Lisandro Enrico.
Por su parte, el peronismo agrupado en Más para Santa Fe logró imponerse en cuatro departamentos: Castellanos, Las Colonias, San Lorenzo y Vera, también con figuras del Senado como Alcides Calvo, Rubén Pirola, Armando Traferri y Osvaldo Sosa. La Libertad Avanza logró victorias en dos distritos: Rosario y Belgrano.
En Rosario, donde interpretó una pulsada intensa, el periodista Juan Pedro Aleart (LLA) quedó con el primer lugar como convencional departamental con el 31,36%, relegando al candidato de Unidos, Ciro Ceisas (26,85%), y al del peronismo, Germán Martínez (14,92%).
Reformar el futuro
Más allá de la contundencia electoral, el propio Pullaro reconoció que tener la mayoría no implica tener la razón. En ese marco, insistió en que el proceso constituyente deberá abrirse a la participación de todas las voces. “Lo que discutimos ahora son los próximos 20 o 30 años de la provincia”, sostuvo, al tiempo que mencionó algunos de los ejes que buscarán incorporar al debate, como la modernización del Estado, la autonomía municipal y el fortalecimiento institucional.
El proceso de reforma constitucional fue una de las principales promesas de campaña del actual mandatario, y con el resultado del domingo, se garantiza un papel protagónico en la conducción de ese proceso. Sin embargo, el nuevo mapa político obliga al oficialismo a negociar con sectores del peronismo, Ciudad Futura y los bloques libertarios, que también obtuvieron representación en la convención.
El escenario que se abre es de expectativas, pero también de responsabilidad política: con una sociedad que habilitó el debate sobre la reforma, el desafío no será convertirlo en una disputa partidaria, sino en una construcción colectiva que proyecta a Santa Fe hacia el futuro.