Cuál es el capítulo de su vida que Georgina Barbarossa cerró para siempre: “No tengo más ganas”

Georgina Barbarossa pasó por el programa de Mirtha Legrand dispuesta a abrir su corazón y mostrar su costado más sensible. Es por eso que ahondó en las dificultades de su trabajo y no pudo evitar confesar que debido a esto debió comenzar terapia para no sufrir un colapso.

Es que Georgina Barbarossa confesó que trabajar en su programa es más pesado de lo que parece: “Me cansa porque es mucho estrés, pero me encanta. Al principio pensé que iba a ser un programa más divertido, porque esa era la idea, pero al final pasó a ser más de realidad. Tuve que empezar a hacer programas de actualidad”.

Tanto es así, que reveló que debió comenzar a hacer terapia para poder canalizar toda la carga emocional que solía llevar a su casa luego de sus programas: “Lo que pasa es que la actualidad es muy dura. Al principio me puse mal, tuve que empezar a hacer terapia porque llegaba a mi casa muy angustiada”.

Vos ves la actualidad y te querés morir. Después comprendí que el programa es un programa de servicio también. Bien utilizada la televisión es maravillosa”, explicó sobre cómo terminó utilizando su visibilidad como herramienta para tratar de combatir las cosas que considera son injustas.

Ahondando en su vida personal, Mirtha Legrand le consultó a Georgina Barbarossa cuál es su estado sentimental y si aún siente deseo de volver a vivir el amor de una manera intensa: “No tengo ganas de enamorarme, pero tampoco tengo tiempo”.

En este sentido, contó los motivos por los que se siente mucho más cómoda en soledad y sin depender de otra persona: “Como vos Mirtha, yo soy muy amiguera. Salgo todo el tiempo, viernes, sábados, los domingos voy a ver teatro temprano…”.

Asimismo, Georgina reveló que aún tiene latente el dolor por el trágico fallecimiento de su marido en un asesinato: “Después de que quedé viuda no conseguía trabajo porque estaba triste. Vos podés actuar estando triste, pero no podés conducir porque tenés que transmitir alegría. No podía ni conducir el tránsito. Me costó remontar y volver”.