Restan nueve jornadas financieras para cerrar un 2024 inolvidable para los inversores en activos argentinos. Bonos, acciones marcaron el ritmo del año pero el centro de la escena se lo lleva el peso argentino, que pasó en pocos meses del infierno al cielo financiero. De billetes destrozados por simpatizantes de fútbol brasileños en enfrentamientos con clubes locales a una creciente demanda de pesos al ritmo del descenso de la inflación.
Diciembre apunta a ser otro triunfo para los que apuestan a la moneda argentina frente al tradicional resguardo en dólares.
El MEP clausuró el viernes a $ 1073 con retroceso mensual de 0,3%, mientras que el CCL lo hizo a $ 1095 con 1,26% mientras que la variante libre o “blue” cede 0,9% a $ 1105. En estos quince días, las colocaciones en pesos devengan rendimiento de 1,25 por ciento.
La normalización de la economía argentina implica, baja inflación, bajas tasas y también retornos en pesos más bajos.
¿Adiós a las altas ganancias en dólares con el rendimiento del plazo fijo?
Diciembre apunta a ser otro triunfo para los que apuestan a la moneda argentina frente al tradicional resguardo en dólares.
Normalidad
En la medida que la Argentina se convierta en un país “normal”, con baja inflación y se mantenga en el tiempo, ello representa un “adiós”. La historia económica local nos muestra que siempre se trató de un “hasta luego”. Pero todo, incluido el desbarajuste argentino debería tener un final.
En enero las tasas de los plazo fijo eran de 9% efectivo mensual. En marzo el Banco Central liberó parcialmente las tasas, permitiendo que los bancos ofrecieran rendimientos que variaron entre el 5% y 7%. Ya en julio apuntaron al 4% y ahora rondan el 2,5%.
“Hay buenas chances de que el programa se consolide en 2025, pero el eslabón más débil de la cadena sigue siendo la falta de reservas y las dudas con respecto a la política cambiaria. No se ve una crisis en el horizonte, pero el año que viene hay elecciones, y es importante estar alerta para evitar cualquier turbulencia financiera”, destaca Miguel Kiguel.
Del otro lado del mostrador, el dólar MEP por ejemplo estaba en $ 995 a fines del 2023 y considerado el cierre del viernes, muestra una ligera suba de 8%, menor a lo que dio el plazo fijo sólo en enero del 2024. El colchón fue el gran perdedor del año.
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“Hay buenas chances de que el programa se consolide en 2025, pero el eslabón más débil de la cadena sigue siendo la falta de reservas y las dudas con respecto a la política cambiaria. No se ve una crisis en el horizonte, pero el año que viene hay elecciones, y es importante estar alerta para evitar cualquier turbulencia financiera”, destaca Miguel Kiguel en el último informe de Econviews.
Visión de mercados
Pero en los mercados se mira siempre hacia adelante. ¿Cómo será el 2025? “Posiblemente uno de los hechos más destacados de este año es que el Central no emitió ni un solo centavo para financiar al Tesoro. Aquí es donde estuvo el verdadero apretón monetario. Dicho con otras palabras, la base creció, pero por mejores motivos que el de financiar un exceso de gasto público”, agrega Econviews.
Hay dos hechos que pueden acrecentar la confianza de inversores en la Argentina. Uno de ellos es el levantamiento del cepo, más temprano que tarde, en el marco de un acuerdo con el FMI. El otro es el resultado de las elecciones legislativas que confirmen el apoyo de la sociedad argentina a las reformas en curso.
“Para poner este dato en contexto, entre 2004 y 2023 el BCRA emitió solo por adelantos transitorios y transferencias de utilidades (las dos formas simples de darle fondos al fisco) un total acumulado de 37,9 puntos del PBI o $ 253 billones medido en pesos actuales. A esto deben sumarse entre 4 y 5 puntos más por formas de financiamiento monetario alternativas que surgieron durante el gobierno anterior”, concluye la consultora de Kiguel.
Esto significa que seguramente en el 2025 se repetirá la prudencia monetaria del 2024.
Hay dos hechos que pueden acrecentar la confianza de inversores en la Argentina. Uno de ellos es el levantamiento del cepo, más temprano que tarde, en el marco de un acuerdo con el FMI.
El otro es el resultado de las elecciones legislativas que confirmen el apoyo de la sociedad argentina a las reformas en curso. Recuérdese que los desafíos por delante incluyen modificaciones tributarias, previsionales, laborales.
Otro factor determinante, y más en un país pequeño como la Argentina pasa por el contexto internacional. El peso triunfó en el año pero en un mundo financiero que no pateó hacia el arco propio. Debería seguir mirando hacia el arco rival.
El peso vive.