Si algo demostró Valentín Gómez, el caudillo de este Vélez campeón de la Liga Profesional, fue su fortaleza mental. No solo por su capacidad de enfoque para mantener un nivel altísimo, pese a la distracción que implica ser considerado por Boca y por River, e incluso por el City Group, y que todo eso se derrumbe por una lesión. Sino también a nivel óseo, porque el tremendo zapatazo que recibió, de manera involuntaria, de parte de Ramón Wanchope Ábila, le generó un cimbronazo que lo obligó a salir reemplazado, pero lo mantuvo consciente.
El llanto desconsolado del joven de 21 años resumió toda su impotencia por tener que irse del campo de juego mucho antes del final del partido ante Huracán que definió la Liga. Sin embargo, el zaguero central zurdo terminó con una merecida consagración.
Lo suyo tuvo sabor a desahogo. A éxtasis luego de tanta presión en los últimos 12 meses. Desde evitar el descenso hace apenas un año (con un gol de su autoría ante Colón) hasta quedarse a las puertas de dos vueltas olímpicas: primero en la Copa de la Liga (derrota por penales ante Estudiantes) y más tarde en la Copa Argentina (caída 1 a 0 ante Central Córdoba de Santiago del Estero).
¡DEJÓ TODO! Fuertísimo golpe de Wanchope Ábila sobre Valentín Gómez.
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El zaguero central del Fortín fue protagonista de una de las imágenes más emotivas en la victoria ante Huracán. Una de las piezas fundamentales del campeón a lo largo de toda la temporada, debió retirarse del campo entre lágrimas tras un duro cruce con Ramón “Wanchope” Ábila. El incidente ocurrió a los 17 minutos del segundo tiempo, cuando el defensor arriesgó su cuerpo para evitar un intento de chilena del delantero del Globo. En la acción terminó en el piso visiblemente afectado, después de que el goleador le pegara involuntariamente un zapatazo en el rostro.
Aunque inicialmente se recuperó, el dolor y el riesgo de una lesión interna en la cabeza lo obligaron a retirarse en carrito fuera del campo. A pesar de sus ganas de regresar al partido, finalmente fue reemplazado por Aarón Quirós.
NO VA MÁS: tras el fuerte golpe, Valentín Gómez tuvo que dejar el campo de juego.
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Tras el pitazo final, Gómez celebró con todos sus compañeros y destacó ante las cámaras de ESPN: “El año pasado fue muy difícil, el club me abrió las puertas cuando se cayó la transferencia, pudimos coronar luego de las dos finales perdidas y Dios nos regaló esta final hermosa. Hasta ayer estaba triste por la final con Central Córdoba”.
Luego, lamentó la cercanía entre la final de la Copa Argentina y la definición de la Liga: “Los partidos fueron muy seguidos, pero nos tenemos que acostumbrar, es muy difícil”. Y llevó tranquilidad en relación a la jugada que lo sacó del partido: “Se me perdieron algunas imágenes, pero ya estoy bien”.
“SE ME PERDIERON ALGUNAS IMÁGENES PERO ESTOY BIEN” Valentín Gómez sobre el golpe durante el partido.
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Pichón de Otamendi
Valentín llegó a Vélez en 2013, proveniente de una escuelita de fútbol en San Miguel llamada La Fábrica, sin experiencia previa en torneos competitivos. Su transición al club no fue fácil, pero el apoyo constante de Héctor Almandoz, campeón de América y del mundo con el Fortín en 1994, y el carácter del joven le permitieron destacarse rápidamente. El Coyo, exentrenador de la Reserva y amigo íntimo del padre de Valentín, fue quien convenció a su familia de que el club de Liniers era el lugar ideal para su formación.
“Valentín es como mi hijo varón. Con su papá tenemos una amistad de hace muchos años. Yo hice lo que tenía que hacer: meterlo en el mejor club de la Argentina, que es Vélez. Sabía que lo iban a preparar y cuidar como se debe”, destacó Almandoz en una entrevista realizada por Bolavip. Y agregó: “Es un chico humilde, con los pies sobre la tierra. Que lo quieran River, Boca, el City Group, es un orgullo. Pero todo lo que consiguió y esta consiguiendo es mérito de él y su familia”, añadió el exdefensor.
Almandoz, que trabajó con innumerables juveniles en Vélez, encuentra similitudes entre Gómez y Nicolás Otamendi, otro defensor forjado en el club y actual emblema de la Selección Argentina campeona del mundo.
“Valentín tiene una salida más limpia y clara, pero ambos comparten esa actitud kamikaze de jugarse la vida en cada pelota. Nico tuvo una carrera increíble, pero Valentín tiene todo el futuro por delante y lo veo como un digno heredero”, reflexionó Almandoz.
Por su parte, Gómez siempre reconoció la influencia del Coyo en su trayectoria: ”El Coyo es amigo de mi viejo y me insistió mucho para que venga a Vélez. Yo nunca había jugado en FAFI y encontrarme con todo lo que es esta institución fue un gran desafío”, declaró al sitio oficial del club al firmar su primer contrato profesional en 2021.
De un gol clave y un pase frustrado a la vuelta olímpica
Gómez, de 21 años, completó 22 partidos en la Liga Profesional, consolidándose como líder de la defensa de Vélez, aunque no pudo marcar goles. Este rendimiento lo posiciona como uno de los mejores defensores del fútbol argentino. Con un plus: pudo superar el impacto emocional que significó la frustrada transferencia al Manchester City y una lesión en el menisco izquierdo que complicó su pase a River.
En una entrevista reciente con ESPN, el central reflexionó sobre esa frustración: ”Me había llamado gente de River, habíamos hablado, pero no más que eso. Yo tengo una lesión en el menisco que no me impide jugar ni rendir al máximo. Pero eso salió en la revisión médica y por eso el City Group se echó para atrás con la transferencia”.
DE UN CÓRNER A FAVOR DE COLÓN AL SEGUNDO DE VÉLEZ: VALENTÍN GÓMEZ ANOTA EL 2-0 EN LINIERS Y EXPLOTA LA GENTE EN EL AMALFITANI. pic.twitter.com/G3nUsjALE5
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Gómez dejó en claro que no considera necesaria una intervención quirúrgica, ya que no siente dolor ni limitaciones físicas: ”Me entreno normal y jamás me perdí un partido por esta lesión. Una intervención implica estar dos o tres meses afuera, algo innecesario si estoy rindiendo al máximo”.
El joven defensor, que hace un año marcó un gol clave para garantizar la permanencia en Primera del Fortín, es una pieza clave en los planes de Vélez para el futuro. El presidente del club, Fabián Berlanga, dejó en claro a mitad de año que la intención es mantenerlo como uno de los pilares del equipo: ”Queremos que Mammana y Gómez sean la dupla central para la Copa Libertadores. Si lo quieren de nuevo, van a tener que pagar más que antes, porque cada vez juega mejor. Su cláusula es de 10 millones de dólares limpios”.
El desempeño de Valentín Gómez y su capacidad de reacción en una temporada cargada de emociones lo convierten en una figura clave no solo para Vélez, sino también para el fútbol argentino. Que aún lo disfruta, pero sabe que pronto puede empezar a extrañarlo.