“Técnicas de manipulación”: la historia detrás del funcionario de Pilar detenido por abusar de tres hombres

Primero se ganaba la confianza de sus alumnos. Generaba vínculos de amistad y les hacía regalos. Sus potenciales víctimas, según el expediente judicial, presentaban rasgos similares: “contextura delgada” y “cabellos rubios”. Los primeros contactos físicos los hacía por medio de juegos, donde aprovecha para “hacer tocamientos” en las zonas genitales y en otras partes íntimas. Les hacía creer que eran situaciones normales, “hasta que lograba doblegar sus voluntades para avanzar en las maniobras abusivas”.

Así era el modus operandi del funcionario de la Municipalidad de Pilar detenido la semana pasada acusado de haber abusado de tres hombres cuando eran menores de edad y él era su profesor de arte en un colegio de Palermo.

“Los episodios que aquí se investigan denotan, en principio, un modus operandi similar sostenido en el tiempo. Se trata de una persona -mayor de edad- que estuvo a cargo de la educación de niños y adolescentes y, en el marco de la confianza conferida por la institución, por sus padres y por las propias víctimas -menores de edad-, el acusado aprovechándose de su vulnerabilidad y mediante idénticas técnicas de manipulación, abusó sexualmente de, por lo menos, tres personas”, sostuvo el juez nacional en lo criminal y correccional Javier Sánchez Sarmiento en la resolución donde ordenó la detención del sospechoso, de 42 años.

Hasta su detención, concretada por detectives de la División Investigaciones de Organizaciones Criminales de la Policía de la Ciudad, el sospechoso se desempeñaba como director general de Biodiversidad y Soberanía Alimentaria de la Municipalidad de Pilar.

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El sospechoso, entre 2001 y 2006, trabajó en un colegio de Palermo, donde cumplió funciones como profesor de arte de clases extracurriculares y también participaba de campamentos y otras actividades.

Las tres víctimas ahora tienen 33 y 36 años. “[por los abusos] Estos hechos se han perpetuado a lo largo del tiempo, desde por los menos el año 2000 y hasta el año 2010, habiendo realizado reiterados abusos cuya cantidad de veces no pueden ser precisadas”, según surge del acta de la audiencia donde se indagó al sospechoso.

Una de las víctimas, según consta en el expediente judicial, comenzó a sufrir los abusados cuando tenía entre diez y once años. Todo comenzó cuando se encontraba en el aula donde se dictaban las clases de arte. El sospechoso le manoseó los genitales y le dio un beso en el cuello.

“Las situaciones referidas han tenido en la etapa que acontecieron la entidad potencial suficiente para alterar todo el desarrollo de la personalidad, incluida el área de la psico-sexualidad”, según el expediente judicial.

Otra de las víctimas fue abusada durante cuatro años, desde 2002 hasta 2006, cuando el adolescente se cambió de colegio. Ya estaba en segundo o tercer año del secundario.

Los ataques sexuales no solo ocurrieron en el establecimiento educativo, también en campamentos que se hacían en Villa Gesell.

“El imputado generó un vínculo de confianza, paridad y de amistad. Le brindó atención especial al niño por sobre los demás alumnos y, en ese contexto, realizaba juegos de fuerza y peleas, en los que ocurrieron los primeros tocamientos, en las partes íntimas del menor. A través de manipulaciones, lo convenció al niño de que esas eran prácticas normales y que no contara a nadie lo sucedido. Después logró doblegar su voluntad para que lo tocara”, describió el magistrado cuando indagó al funcionario municipal.

Según el expediente judicial, “los episodios comenzaron a ocurrir con mayor frecuencia y fuera del ámbito escolar. En efecto, el imputado le indicaba que tenía regalos, los cuales debían ser retirados en ubicaciones específicas. Una vez allí, para entregárselo, le exigía que estuviera sin ropa”.

La tercera víctima fue abusada sexualmente cuando cursaba el cuarto año del secundario. “El imputado aprovechó la mayoría de edad, su lugar de referente, su relación alumno-profesor y un vínculo como de amistad. Finalizada la educación secundaria, el damnificado y el sospechoso comenzaron una relación de pareja”, según se desprende de la causa judicial.

La investigación comenzó en julio pasado, después de la denuncia presentada por una de las víctimas en la Unidad Fiscal para la Investigación de Delitos contra la Integridad Sexual de Niñas y Niños de la Procuración General de la Nación.

El sospechoso fue imputado de “haber captado menores de edad para abusar de ellos a través de tocamientos, masturbaciones, sexo oral y sexo anal, aprovechándose para ello de sus actividades como docente”. En la audiencia donde fue indagado se negó a declarar.

La defensa del imputado pidió la excarcelación al sostener que “no se verifican los riesgos procesales que habilitan la privación de libertad con anterioridad al dictado de una sentencia firme, en tanto no registra condenas, vive donde indica y tiene trabajos estables”. Pero la solicitud fue rechazada por el juez Sánchez Sarmiento.

“Sin perjuicio de la calificación legal que por las conductas endilgadas corresponda, de modo provisorio y al solo efecto de resolver la presente incidencia, los hechos imputados pueden ser calificados como aquellos constitutivos de los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante, reiterado en una cantidad de veces que no pueden ser precisadas, en concurso real con el delito de abuso sexual que a su vez concurre con el delito de corrupción de menores de 13 años, en concurso real con el delito de abuso sexual con acceso carnal, gravemente ultrajante, reiterado en una cantidad de veces que no pueden ser precisadas. En consecuencia, los mínimos legales de pena para el concurso de delitos que se enrostra eliminan la posibilidad que una eventual condena pueda ser dejada en suspenso, pauta esta que debe valorarse como indicio de riesgo de fuga. Lo expuesto debe analizarse aunado a la gravedad y naturaleza de los sucesos investigados”, afirmó el magistrado al fundamentar su decisión.