Una de las características principales del emprendedurismo es el cambio. Muchas ideas empiezan por un camino, se desarrollan por otro y logran la rentabilidad por un lado que, tal vez, sus dueños, nunca hubieran imaginado. Este es el caso de tres pequeñas compañías cuyos negocios los sacaron de sus proyecciones lógicas.
Milagros Kirpach, COO y cofundadora de No Pausa, comentó: “Nacimos como una red informativa, con el propósito de educar, informar y visibilizar sobre esta etapa de la biología hormonal, llamada menopausia. Después el camino nos enseñó que con la información no era suficiente, que había mucho más que hacer. En ese momento empezamos a desarrollar un producto tecnológico”.
El primer producto fue un test de autoevaluación, contó. Hoy la compañía hace diagnósticos, acompañamiento médico para la mejora de la sintomatología a través de una plataforma online.
Daniela López, más conocida como Dadatina, se hizo viral en redes sociales en 2019 a través de un hilo en el que recomendaba marcas nacionales y accesibles de productos para la piel.
“Todos los productos para la piel eran importados e inaccesibles. Yo quería dar mi perspectiva de que nos podíamos cuidar con los productos que teníamos en el país, resaltando la industria nacional, que estaba bastante ignorada y desmerecida”, dijo.
En su perfil reseñó una de las mascarillas de ACF, ofreció un cupón de descuento para su comunidad y fue un éxito. Rodolfo Prieto, el creador de las marcas ACF (formulaciones cosmecéuticas avanzadas, por sus siglas en inglés), y NIC (nuevas ideas cosméticas para productos de cuidado capilar), decidió asociarse a Dadatina para crear una línea de productos: ACF by Dadatina, que debutaron en 2020.
Negocio redondo
En tanto, Gonzalo Ezequiel Castaño, socio fundador de Don us Company recordó que su negocio surgió en 2018, cuando, junto a un amigo, vio que había una oportunidad de negocio en traer las famosas donas estadounidenses a la Argentina. Lo que empezó como una idea casual se convirtió en un emprendimiento exitoso que creció en la pandemia y hoy ya exporta donas a los ‘Reyes del mercado’: los Estados Unidos, entre otros destinos del mundo.
“A los dos meses del lanzamiento de la marca, ya teníamos tres locales propios. A los seis meses ya teníamos tres franquicias más, lo que totalizaba en seis locales, con proyecciones para seguir creciendo en los meses siguientes”, contó Casaño.
El objetivo estuvo claro desde el comienzo: que sus donas igualaran en calidad a las que se venden en los Estados Unidos. Y lo lograron. Hoy tienen casi 50 locales dentro y fuera de la Argentina.
“El proceso de internacionalización llegó durante la pandemia. Uruguay fue el primer país donde llegó la marca”, comentó.