La industria se encamina a cerrar 2024 con una caída encima del 10%, mientras que miran con preocupación las importaciones ante un nivel de actividad por la mitad y sobrestock por la caída de la demanda.
Indec arrojó que la producción industrial entre enero y noviembre acumuló una caída del 10,7% interanual, pero en algunas ramas la baja alcanza hasta el 22%.
Mientras tanto, las importaciones suman a noviembre una caída del 20,2%, aunque recortaron la velocidad del desplome, en especial desde septiembre.
En paralelo, el verano suele ser el período de paradas de planta, en especial para refacciones o mantenimiento, por lo que la actividad industrial se ve aún más reducida.
Los sectores industriales miran con especial preocupación las importaciones, en especial los vinculados al mercado interno, que todavía sienten la depresión de la demanda.
Stock acumulado
Distintos sectores señalaron que se encuentran con altos niveles de stock, en especial ante el desplome de la demanda interna.
“Stock hay para los próximos dos días del niño”, señalaron desde la Cámara Argentina de la Industria del Juguete sobre la que suele ser la festividad de mayores ventas.
“El día del niño y la primera parte del año fue muy malo y eso impactó en el desempeño de todo 2024”, subrayaron y agregaron que la industria hoy está con un 50% de capacidad ociosa y proyectan que la rama cerrará un 10,4% abajo que en 2023.
Desde el sector del neumático también marcaron que tienen un sobre stock muy grande, mientras que la disonancia la marcó el sector metalúrgico, que señaló que los stocks ya se agotaron porque pasó un año ya con una demanda muy planchada.
Luciano Galfione, presidente de la Fundación Pro Tejer, dijo que la industria textil también funciona con un 50% de fábricas paradas, y la actividad se ubicó en noviembre un 17% abajo en la comparación interanual. Para el cierre del año, proyectan una caída cercana al 20%.
Importaciones, a la orden del día
Mientras que en el sector de neumáticos, las importaciones están a la orden del día, la industria del juguete registró que las importaciones a noviembre están un 10% por abajo que el año pasado, pero que crecen fuerte desde abril, cuando alcanzaron su piso.
Sin embargo, esta recuperación de las importaciones no representa un mayor dilema en términos de precios, ya que la industria local, señalan, “es competitiva en lo que se especializa”.
Galfione señaló que la apreciación cambiaria y la apertura comercial “está generando una fuerte presión importadora que podría traer consecuencias muy negativas para la producción local, el empleo y la generación de valor”.
Marcó además que en paralelo se desmantelaron medidas de resguardo del comercio leal y se flexibilizó el sistema de courier, permitiendo el no pago de aranceles por un mayor monto de compra, sumado a la quita del impuesto país y el récord de turismo con compra de indumentaria.
En el mismo sentido, Claudio Drescher, presidente de la Cámara de Indumentaria, denunció el ingreso de importaciones sub facturadas de prendas producidas en oriente, “incluso a precios por debajo de su valor en el sudeste asiático, con el objetivo de ponerlas en el mercado en canales informales”.
“Va a empezar el proceso de ingreso de centenares de millones de prendas sin ningún criterio de calidad, sustentabilidad ni trabajo formal”, agregó.
Desde el sector metalúrgico también “se empiezan a notar” las importaciones, a través de la compra “compartida” de varias empresas. Si bien señalaron que es poco el porcentaje de empresas que puede dejar al proveedor nacional, “pero con la diferencia de precios que hay es muy tentador comprar afuera”.
Paradas de planta
En su mayoría, las paradas de planta siguen según lo programado y están volcadas al mantenimiento, pero miran con atención la demanda en los próximos meses. Desde la industria del juguete esperan en febrero o marzo tener mayores definiciones en base al panorama.
“Al momento, no se ven signos de recuperación de la demanda interna”, agregó Galfione y estimó que, si no se revierte la coyuntura o si la demanda se recupera y se vuelca a los “importados y a precios de competencia desleal, lo más probable es que se vaya incrementando un sendero de cierre de fábricas y despidos”.
El sector metalúrgico no tiene un panorama uniforme, ya que algunas industrias fueron implementando paradas de planta a lo largo del año, pero señalaron que entran en un “momento bisagra” porque proyectan que comenzarán a haber suspensiones.
Según los datos de Adimra, la asociación de la industria metalúrgica, en diciembre la actividad cayó -3,1% interanual y el año terminó con una contracción de -12,1%, mientras que con respecto a noviembre tuvo un incremento del 1,0%. “La capacidad instalada está en el 52,5%, cayó -2,2% por debajo del mismo mes del año previo y -8,4% debajo del promedio del 2023”, completó la entidad sobre el cierre del 2024.
Hacia adelante, el panorama se complejiza, en especial con los niveles de consumo masivo y construcción todavía en terrenos bajos, que van a competir con las importaciones.
También esperan mayor claridad desde marzo, cuando se defina como se encaminan los otros sectores, y cómo puede impactar eso en empleo o suspensiones.