Con la asunción de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos como principal foco global, en el Foro de Davos, en Suiza, donde empezaron a llegar los participantes, la actividad inicial no escapó al tema del día. En ese marco, se analizaron los principales ejes de la próxima gestión y entre ellos, cuál será la relación con América latina.
Demócratas y Republicanos vienen señalando por igual el avance de China como inversor principal en la región y coincidieron en que se necesita prestar más atención al “patio trasero” de Estados Unidos.
En ese marco, en un panel sobre la investidura en EE.UU., consideraron que el presidente argentino Javier Milei puede tener un rol clave en el futuro de la relación de Trump con América latina, aunque su política arancelaria puede impactar negativamente restringiendo el ingreso de productos. Como apunta contra China, pueden generarse saldos exportables en el gigante asiático que busquen nuevos destinos, como el cada vez más desregulado mercado argentino.
El análisis estuvo a cargo de Samir Saran, presidente de Observer Research Foundation (ORF); Sam Jacobs, editor jefe de Time; Mina Al-Oraibi, editora jefe de The National; y Patrick Foulis, editor de Internacionales de The Economist.
Para Al-Oraibi “el rol de la Argentina va a ser importante” por la relación personal con Javier Milei. “Trump de basa en las relaciones personales fuertes y piensa que ahí tiene a alguien que le puede ayudar a desarrollar la región en particular”.
Las definiciones centrales, en tanto, dependerán de la política económica y cómo puede afectar a la región. “Dentro de los Estados Unidos, Trump va a repaquetizar la política industrial y va a tratar de tener más influencia en la economía mundial pero no va a hacerlo de forma inducida sino que lo hará a través de las amenazas y aranceles. Y el deseo es influir en la economía pero con herramientas muy distintas a las del orden global posterior a 1945”, indicó Foulis.
Sobre la relación de EE.UU. con China, Foulis consideró que el ajuste de los aranceles que impondrá Trump sobre los productos del gigante asiático “ya están priceados”. En ese marco, indicó que hay sectores donde ya se siente el ajuste de precios de hasta un 20%. “Va a empeorar la situación porque la reactivación depende del crecimiento en China”.
Los industriales locales, en tanto, están preocupados por el efecto que las restricciones del mercado de EE.UU. tendrá a nivel local, con la producción China a la caza de nuevos mercados. En ese contexto, el Gobierno de Milei anunció este lunes una nueva desregulación para la importación de alimentos en el marco de una apertura económica que sostener la desinflación argentina.
La relación de Estados Unidos con China
“En los últimos años con Biden se percibió que China fue el principal socio para América latina”, detalló Saran. “¿Puede haber un cambio con Trump?”
Para Jacobs, la relación con China depende de a quién esté escuchando Trump, si es el empresario Elon Musk, con “intereses considerables” en ese mercado o una visión más dura como la del senador Marco Rubio, el nuevo secretario de Estado de Estados Unidos. “No hay una política sólida para China”, coincidieron los analistas.
Para Foulis habrá más favoritismo en términos de negocios -con el caso de Elon Musk al frente-. “Cómo balanceará la relación entre las políticas para los oligarcas y el trabajador estadounidense es una gran incógnita”, planteó el editor de The Economist.
Cambio climático y seguridad
En cuanto a la política contra el cambio climático, Al-Oraibi consideró que en el discurso puede cambiar pero que fueron “pragmáticos” y hay muchas inversiones ya localizadas con foco en energía más limpia.
En cuanto a las dudas sobre la seguridad internacional alertó que es un momento muy serio porque “las normas internacionales se están rompiendo” por una serie de dinámicas de cambio y “no está claro cuál va a ser la doctrina Trump”.