![UCI pediátrica. (Europa Press)](https://www.infobae.com/resizer/v2/5PVECO2E3NHMZI2ZTSKVARWGGM.jpg?auth=6f9627b4467509216c01a9bb6a65532cb452b4c987c2ee7b5718e83f4b274fea&smart=true&width=1600&height=1200)
Una mujer de 31 años fue condenada este viernes a ocho años de prisión por la Corte de Sarthe, en Francia, tras ser declarada culpable de administrar alcohol médico a su bebé prematuro mientras este se encontraba hospitalizado en 2023. El tribunal ha dictado una sentencia que coincide con las recomendaciones de la Fiscalía, considerando la gravedad de los hechos y el impacto irreversible en la salud del menor. Además, se le ha retirado la patria potestad sobre sus tres hijos.
El caso se remonta a enero de 2023, cuando el bebé, de apenas seis meses y nacido prematuro, fue ingresado en cuidados intensivos debido a un cuadro de malestar recurrente. Los médicos detectaron un nivel extremadamente alto de etanol en su sangre, alcanzando los 7,81 gramos por litro, una concentración descrita por los expertos como “la más elevada registrada en un lactante”. Este nivel de intoxicación ponía en riesgo inmediato la vida del menor.
El niño, que estaba siendo alimentado mediante una sonda nasogástrica debido a complicaciones asociadas a su prematuridad, experimentaba episodios de malestar sin una causa aparente. Los análisis realizados finalmente llevaron al equipo médico a sospechar de la administración externa de alcohol, lo que derivó en un reporte inmediato a las autoridades judiciales.
Síndrome de Münchhausen
Durante el juicio, la madre negó haber causado daño a su hijo, asegurando ser “una buena madre”. Sin embargo, en las primeras etapas de la investigación, llegó a admitir que introdujo alcohol médico en la sonda del bebé, afirmando haber encontrado el líquido en un carrito de hospital. Posteriormente, se retractó de esta confesión, insistiendo en su inocencia.
El tribunal reconoció una alteración en el discernimiento de la mujer, quien según informes psicológicos sufre una leve discapacidad intelectual y ha sido diagnosticada con síndrome de Münchhausen por delegación, un trastorno en el cual un cuidador induce o simula enfermedades en una persona bajo su cuidado para llamar la atención sobre sí mismo.
Una vida marcada por el trauma
Los peritos presentaron un perfil psicológico de la acusada que reveló una vida plagada de abusos y traumas. Nacida en una familia numerosa, fue abandonada por su padre, sufrió malos tratos por parte de su padrastro y fue víctima de incesto. Pasó gran parte de su infancia y juventud en familias de acogida y centros especializados, además de haber sido hospitalizada varias veces por episodios depresivos.
La psicóloga forense que evaluó a la madre destacó que su historial de maltrato y abandono contribuyó significativamente a su comportamiento y diagnósticos actuales. Según la experta, el síndrome de Münchhausen por delegación puede ser interpretado como un mecanismo de búsqueda de atención y validación, aunque sus consecuencias sean devastadoras para las víctimas.
Las secuelas del menor
El bebé, que sobrevivió a múltiples episodios de coma etílico, enfrenta secuelas permanentes. Según los informes médicos presentados en el juicio, sufrió daños severos en el estómago, lo que requirió una intervención quirúrgica para la extracción parcial de este órgano. Actualmente, el niño tiene dos años y medio, depende completamente de una sonda para su alimentación y muestra un retraso significativo en su desarrollo físico y cognitivo.
La gravedad de estos hechos ha llevado al tribunal a imponer una sanción severa y a ordenar el retiro definitivo de la patria potestad de la acusada. La fiscalía subrayó que, más allá de la peligrosidad inherente de los actos, la madre representaba un riesgo continuo para la seguridad y bienestar de sus hijos.