La fotografía da la posibilidad de conocer más el mundo que nos rodea, ya sea registrando estructuras arquitectónicas, animales, paisajes o personas que se convierten en protagonistas, nos acercan a un instante impregnado de sentido estético.
En medio de la rutina, la imagen de un rincón de México puede servir de esparcimiento, para aliviar la vista y conocer un detalle nuevo que podría servir para lucirse en reuniones.
Esta fotografía nos invita a contemplar sobre la grandeza de la creatividad humana y la belleza de lo que se localiza en el país. Sin más preámbulos, a continuación está la imagen del día, proporcionada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
1917: el nacimiento de la Constitución que rige a México
El 5 de febrero de 1917, México promulgó su actual Constitución, un hito en la historia del país. Fue producto de la Revolución Mexicana y del Congreso Constituyente convocado en Querétaro por Venustiano Carranza, con el propósito de actualizar la Carta Magna de 1857 y atender las demandas de justicia social.
En el Congreso participaron dos grupos: los renovadores, cercanos a Carranza y los radicales, quienes impulsaban reformas más profundas. Aunque hubo diferencias, la mayoría de las decisiones se tomaron por consenso. El resultado fue una Constitución innovadora, pues, además, fue la primera en el mundo en incluir derechos sociales.
Entre sus principios fundamentales destacan la educación laica y gratuita, la jornada laboral de ocho horas, el derecho a la propiedad comunal de la tierra y la soberanía nacional. A lo largo del tiempo, ha sido reformada cerca de 700 veces para adaptarse a las necesidades del país, pero sigue siendo la base del Estado mexicano, así como un símbolo de identidad y democracia.
Quién promulgó la Constitución Política de México
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, marcó un antes y un después en la organización política y social del país. Este documento no solo consolidó el sistema político mexicano, sino que también introdujo derechos sociales inéditos en el ámbito internacional, lo que le valió el reconocimiento como la primera constitución social del siglo XX. Su creación fue el resultado de intensos debates llevados a cabo en el Congreso Constituyente, instalado en el Teatro Iturbide (hoy conocido como Teatro de la República) en la ciudad de Querétaro, el 10 de diciembre de 1916.
El Congreso Constituyente, convocado por el entonces presidente Venustiano Carranza, sesionó hasta el 31 de enero de 1917 con el objetivo de redactar una nueva Carta Magna que respondiera a las necesidades de una nación en transformación. Este proceso no solo buscaba reorganizar el sistema político, sino también garantizar derechos fundamentales que hasta entonces no habían sido reconocidos en ninguna constitución del mundo. Entre ellos, se incluyeron garantías sociales que rompieron con los paradigmas de la época.
La Constitución de 1917 se destacó por incluir, por primera vez en la historia, derechos sociales como parte integral de su contenido. Estas garantías sociales representaron un cambio radical en la concepción de las constituciones, al reconocer que el Estado debía asumir un papel activo en la protección de los derechos colectivos. Entre los aspectos más relevantes, se establecieron principios fundamentales como la enseñanza laica y gratuita, así como las libertades de culto, expresión y asociación.
Además de los derechos sociales, la Constitución proclamó al municipio libre como la base de la organización política territorial. Este principio fortaleció la autonomía de las comunidades locales y sentó las bases para una estructura política descentralizada. Asimismo, se incluyó un ordenamiento agrario que abordaba la propiedad de la tierra, un tema crucial en un país marcado por profundas desigualdades sociales y económicas.