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Adiós humedad: los trucos caseros para limpiar el moho y la huemdad de las paredes al instante

El otoño suele ser una de las estaciones más lluviosas del año, y con él llega un problema común en muchos hogares: la humedad. Techos, paredes y placares se convierten en blanco fácil para el moho y los malos olores, afectando tanto la estructura de la casa como la salud de quienes viven en ella. 

Para ayudarte a combatir este inconveniente, te compartimos algunos trucos caseros que podés poner en práctica de manera simple y económica. 

¿Qué trucos caseros recomiendan los expertos para eliminar la humedad?

1) Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es una alternativa económica, segura y natural para limpiar paredes afectadas por la humedad. Gracias a sus propiedades absorbentes, ayuda a eliminar manchas, olores y a prevenir la aparición de hongos y bacterias.

Pasos a seguir:

  • Espolvoreá bicarbonato sobre la zona afectada.

  • Dejalo actuar durante aproximadamente dos horas.

  • Cepillá suavemente la superficie para remover los restos.

2. Sal de boro

Conocida por sus propiedades antifúngicas, la sal de boro es menos agresiva para el ambiente que otros productos como el cloro. Su uso regular ayuda a mantener las paredes libres de humedad y moho.

Modo de aplicación:

  • Usá guantes para manipular la sal.

  • Disolvé una cucharada en dos litros de agua.

  • Aplicala con un cepillo sobre la zona con moho.

  • Dejá que actúe al menos media hora y retirá la humedad con un paño seco.

3. Sal marina

La sal marina o sal gruesa es ideal para combatir la humedad en ambientes pequeños o cerrados, como placares. Además de absorber la humedad, desinfecta, neutraliza malos olores y previene la aparición de moho oscuro.

¿Cómo se usa?

  • Colocá sal marina en pequeños recipientes o bolsas.

  • Distribuilos dentro de los armarios u otros espacios cerrados.

  • Cambialos al menos una vez por mes para mantener su eficacia.

¿Qué problemas trae en la salud la humedad? 

La European Lung Foundation advierte que la exposición prolongada a ambientes húmedos y con moho puede generar serias consecuencias para la salud respiratoria. Estos son los principales riesgos identificados por la entidad:

  • Asma: la humedad y el moho pueden desencadenar o empeorar ataques de asma, sobre todo en niños y personas con antecedentes respiratorios.

  • Rinitis alérgica: las esporas de moho actúan como alérgenos, provocando estornudos, congestión nasal, picazón en los ojos y otros síntomas característicos.

  • Bronquitis crónica: vivir en espacios húmedos favorece la inflamación de las vías respiratorias, aumentando el riesgo de padecer bronquitis a largo plazo.

  • Afecciones pulmonares en personas vulnerables: los adultos mayores, niños pequeños y personas con enfermedades respiratorias preexistentes son los más afectados por el aire contaminado con moho y humedad.

  • Mayor sensibilidad a ácaros y alérgenos: la humedad crea el entorno ideal para la proliferación de ácaros del polvo y otros alérgenos, lo que intensifica las reacciones alérgicas y reduce la calidad del aire interior.