Los tres ensayos de Milei para aplicar la estrategia del equilibrio

En la Casa Rosada aseguran con tono irónico que son “tiempos de concordancia”. Se trata de un léxico poco usado por Milei a la hora de desplegar su estrategia discursiva. 

Pero lo cierto es que hay postales que sustentan esta estrategia presidencial de equilibrios que se encaró al menos en tres planos concretos: el posicionamiento de Argentina en la política exterior vinculada con los humores de Donald Trump y la paciencia de China; la búsqueda de apoyos en el Congreso para aprobar Ficha Limpia o la suspensión de las PASO de la mano de gobernadores opositores y la puesta en escena para impulsar la designación final en el Senado de los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para cubrir las vacantes en la Corte Suprema.

El esquema de equilibrista en casos puntuales no implicará de ninguna manera que Milei ablande su mano dura con los funcionarios que no se ajustan a su administración. Por el contrario, mantendrá la rígida postura de eyectar a quienes no queden alineados al esquema libertario como fueron los casos de las recientes expulsiones de la secretaria de Medio Ambiente Ana Lamas, el titular de la ANSES, Mariano de los Heros o la ex embajadora en la OEA Sonia Cavallo que quedó atada a los dichos de su padre el ex ministro Domingo Cavallo.

“El mensaje del presidente es claro y los funcionarios que se alejan de la agenda del presidente deben dar un paso al costado”, dijo el portavoz Manuel Adorni para confirmar el estilo confrontativo del presidente.

No obstante, hay un Milei dispuesto a negociar, dialogar y equilibrar posturas en sus planes inmediato de gobierno.

El presidente viajará el jueves a Estados Unidos para sumarse una vez más a la conferencia de partidos de derecha donde dará una charla en la que cerrará Trump. Milei llega en medio de un enrarecido clima de proteccionismo extremo de Estados Unidos que golpea fuerte a la Argentina con el incremento de aranceles al acero y aluminio. Y también el presidente llega a Washington con el acuerdo a mitad de camino con el FMI. 

En el gobierno aseguran que Milei pedirá a Trump por una flexibilización en la decisión de aumentar aranceles y la necesidad de avanzar hacia un acuerdo de libre comercio. No habrá quejas duras ni estilo confrontativo como suele usar Milei ante su par norteamericano. La ecuación es simple: la Argentina pone demasiados temas en juego como para pelearse con uno de sus mayores socios y aliado al gobierno.

No obstante, hay cierta contradicción en las relaciones actuales de Buenos Aires y Washington. Por un lado, ambos presidentes pregonan la idea de un acuerdo de libre comercio y en paralelo Trump lanza un incremento de aranceles donde no hará ni una mínima excepción para la Argentina. En la Cancillería admiten que la relación personal de Milei con su par norteamericano podría revertir la decisión de Trump con el acero y el aluminio pero nadie hace apuestas.

Milei llega a Estados Unidos con un reclamo fuerte de la Cámara del Acero de Argentina que le pidió que negocie con Donald Trump para frenar la suba de aranceles. Los industriales aseguran que Argentina “es un proveedor confiable” y que sería bueno habilitar un canal de diálogo para retrotraer la medida. 

Los nuevos aranceles golpearán duro al sector en Argentina que exporta más del 40% de la producción al mercado estadounidense y Argentina “representa solo el 0,20% de la producción mundial y es un proveedor confiable”.

Ante este complicado contexto Milei jugará de equilibrista con Trump. No está prevista aun una reunión oficial entre ambos presidentes pero podría darse un encuentro informal luego de la conferencia de partidos de derecha. “Hay un diálogo excelente con Trump y vamos a tratar de dialogar”, dijeron en la Casa Rosada para ratificar la postura de pax romana que impone Milei.

El equilibrio de Milei con Estados Unidos tiene una razón de justificación concreta: la Argentina se encuentra en medio de las negociaciones por un acuerdo con el FMI ya que necesita cerrar esto para sumar cuanto antes las reservas del BCRA. Washington podría terciar por Milei en el directorio del Fondo pero en la diplomacia norteamericana aseguran que ese tema no está entre las prioridades hoy de Trump.

En el caso de China también la administración Milei hace equilibrios. Si bien el embajador argentino en China Marcelo Suárez Salvia aún no logró confirmar al gobierno de Xi Jinping si finalmente Milei viajará Beijing por una invitación especial y ello genera impaciencia en China, por otra parte hubo varios funcionarios de la Casa Rosada que tendieron puentes con el gigante asiático.

El jefe de Gabinete Guillermo Francos mantuvo un largo encuentro con el embajador chino Wang Wei para coordinar temas de agenda bilateral. También hubo visitas al gobierno de empresarios estatal-privados de China interesados en el área de minería, litio y energía. La Argentina de Milei no quiere más peleas con Beijing porque sabe que necesita de la ampliación de fondos de los SWAPS y de inversiones con fondos frescos. La diplomacia de Milei convivirá con China y Estados Unidos. Se puede estar bien con Dios y con el diablo admiten, por lo que habrá más de estrategia de equilibrista.

El otro signo de compensaciones simétricas que expuso la administración de Milei en estos días se percibió en las negociaciones en el Congreso para avanzar con el proyecto de ley de suspensión de las PASO y la suma de apoyos por el proyecto de Ficha Limpia. Tanto para lograr el aval en Diputados como para avanzar en los apoyos en el Senado el gobierno buscó aprobar el proyecto de suspensión de internas con los avales de diputados opositores de Misiones, Catamarca, Tucumán, Río Negro, Salta y Santiago del Estero.

Se trata de una estrategia repetida en las últimas semanas de parte del Ejecutivo. Tanto el jefe de Gabinete como el ministro de Economía Luis Caputo recibieron a gobernadores aliados antes de votaciones clave en el Congreso. A todos les reiteraron la fórmula común: la posibilidad concreta de movilizar fondos para avanzar con obra pública.

Con el apoyo de gobernadores aliados Milei se aseguraría una sanción de la suspensión de las PASO en el Senado y en este caso la campaña electoral se acotará de septiembre a octubre. El presidente gana tiempo para llegar a las elecciones con un panorama económico más estable.

El gobierno insistirá en la estrategia de imponer en el Senado los pliegos de Lijo y García Mansilla. No están aun los votos suficientes para reunir en el recinto pero Milei ya dio muestras de flexibilidad mayúscula cuando sus legisladores negociaron el dictamen que impulsa el nombramiento de Lijo con el apoyo de los kirchneristas Lucía Corpacci, Sergio Uñac y Ledesma Abdala de Zamora. Se trató de un respaldo impensable en otros tiempos. 

Pero el equilibrio presidencial sólo se limitó hasta ahora a la Comisión de Acuerdos. Habrá que ver si en el recinto el gobierno logra sumar voluntades. El proyecto de Ficha Limpia podría ser una herramienta de negociación aseguran algunos hombres del oficialismo. En la Casa Rosada aseguran que eso no se negocia.

En el caso de que la jugada de avales a Lijo fracase y esta estrategia de equilibrios de Milei naufrague la Casa Rosada ya piensa en el Plan B. Esto es, la designación por decreto de los dos postulantes. En la Secretaría de Legal y Técnica que lidera Javier Herrera Bravo ya tienen listos esos decretos con fundamentos legales e históricos. 

Y un destacado funcionario del gobierno aseguró que para el 1 de marzo en que Milei inaugure las sesiones ordinarias en el Congreso estarán sentados en el recinto los dos candidatos del gobierno a la Corte como jueces supremos. La aseveración supone un final sin equilibrios y con el regreso del estilo confrontativo del Milei de campaña.