“Abajo trabajamos con lo que había y arriba planificamos casi de cero, pero unificamos la estética para lograr coherencia”, dicen las arquitectas Victoria Scheiner y Tali Roy, socias de VITA Arquitectura. Desarrollaron esta propuesta siguiendo el pedido de los dueños de casa y la configuración del terreno. Pero fue la posibilidad de construir hacia arriba lo que hizo que tomaran una decisión poco frecuente: la planta baja sería la zona de la rutina privada, mientras que el punto de reunión social y laboral estaría en el piso superior.
“Querían una vivienda moderna, flexible, con una cocina cómoda, un dormitorio y un baño amplios, y una planta superior más relajada, en donde el espacio de trabajo y la terraza se unieran”, cuentan. Pero para llegar a eso hacía necesaria una obra que solucionara problemas de fondo: la casa no tenía tanque –tomaba agua de la red–, y había que renovar caños y conexiones de electricidad precarias.
La distribución de ambientes y la circulación también cambiaron por completo en los seis meses que duró la obra. Por empezar, unificaron living y cocina. Como ese sector era oscuro y cerrado, eligieron materiales de tonos claros y superficies neutras para potenciar la claridad.
Divisiones prácticas
“Solo conservamos una columna estructural, que usamos como corazón del sector: una barra vincula la cocina y el living, y sobre el lateral hicimos una tira utilitaria con espacio de guardado”
“El espacio que ocupaba la pared podía ser mejor aprovechado. Por eso, la demolimos y en su lugar instalamos un aparador que funciona a ambos lados: es placard, mueble de TV y biblioteca”
Juego visual
“La lucarna que está arriba de la escalera es una de las principales entradas de luz de la cocina. Por eso, mantuvimos todo lo más abierto posible aún poniendo baranda”, cuentan Scheiner y Roy. La pared que era verde pasó a blanco; la carpintería del lateral pasó a negro, para acompañar el sistema de la escalera.
“Pensamos que podíamos unificar la escalera con el piso para que pareciera todo más amplio, pero no, porque no daban los espesores. Entonces planteamos un contraste rotundo con el negro”
Al llegar al antiguo escritorio, la vivienda terminaba, y para llegar a un pequeño cuartito-taller, había que salir a la terraza. Ahora, la vivienda continúa.
Una oficina actual
Uno de las principales necesidades que el proyecto debía resolver era el espacio de trabajo, ya que ambos dueños de casa suelen hacer home office. Plantearon diferentes sectores: primero, con un sillón y una mesa baja en donde pueden tomar llamadas. Después, una mesa como puesto flexible o para armar reuniones, y un escritorio amplio, con silla ergonómica.
“Armamos un multiespacio, que es oficina pero también sector de esparcimiento, con toilet y kitchenette. En la práctica, ellos están en un piso o el otro, ya que ambos pisos son autosuficientes”
“En la terraza había un pequeño taller con techo de chapa y ventanas en mal estado. Hicimos toda la estructura nueva, con cielorraso, paredes y carpinterías nuevas”