París, 25 feb (EFE).- El ministro de Exteriores francés, Jean-Noël Barrot, hizo este martes un balance satisfactorio de la reunión de ayer entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y el jefe de Estado galo, Emmanuel Macron, y celebró en particular la promesa de recibir al líder ucraniano, Volodímir Zelenski, en Washington.
Para Barrot, que también estuvo presente ayer en la Casa Blanca, la cita de entre Trump y Macron ha supuesto un “punto de giro” con “numerosos resultados satisfactorios”, según declaró en una entrevista en el canal televisivo BFM.
“Al crear una forma de incertidumbre con respecto a Vladímir Putin, Donald Trump puede inducirle eficazmente a hacer concesiones”, estimó el ministro francés sobre la deriva de las negociaciones para una futura paz en Ucrania.
También se mostró optimista respecto a que haya una tregua en Ucrania en el corto plazo, lo que permitiría negociar un acuerdo.
Pero recordó las líneas rojas que marcan los europeos, en especial la de que la paz tiene que ser “sólida y duradera”.
“Ya intentamos lograr la paz en Ucrania hace diez años. No lo conseguimos con un alto el fuego, porque Rusia lo violó veinte veces antes de lanzar su invasión”, enfatizó.
Barrot también se expresó sobre otros asuntos internacionales, como las deterioradas relaciones con Argelia y la detención en ese país del escritor francoargelino Boualem Sansal, así como de la negativa de esa antigua colonia francesa a aceptar a ciertos nacionales argelinos en situación irregular, expulsados por Francia por cometer delitos.
El ministro consideró que la detención del escritor, acusado de atentar contra la seguridad nacional por sus opiniones, es “inaceptable”.
Pero ante las peticiones de elevar el tono contra Argel por parte de figuras como el ministro de Interior, el conservador Bruno Retailleau, Barrot aseguró que ya se han tomado medidas como la restricción del acceso y la circulación para “ciertos dignatarios argelinos”, sin especificar más detalles.
También aseguró estar dispuesto a adoptar disposiciones adicionales si Argelia continúa sin cooperar en asuntos como las deportaciones.
“Pero siempre lo haré con prudencia y sin publicitarlo”, recalcó Barrot, en vísperas de una reunión interministerial sobre el control de la inmigración que tiene como telón de fondo esta crisis diplomática, cuyo abordaje está provocando fuertes divisiones en el seno del Ejecutivo francés. EFE