Mientras la Justicia y la policía investigan la muerte de José Luis Mamani, un hombre de 39 años que habría sido víctima de “viudas negras”, modalidad delictiva protagonizada por mujeres que duermen con somníferos a sus “objetivos” para sustraerles dinero y otros objetos de valor, se conoció otro caso de similares características, pero sin fallecidos, ocurrido en las últimas horas en el barrio de Palermo, donde tres turistas uruguayos sufrieron el robo de sus teléfonos celulares y de dinero.
Así lo informaron a LA NACION fuentes policiales. La investigación comenzó el domingo pasado tras la denuncia de las víctimas, tres uruguayos de entre 31 y 33 años que estaban alojados en un departamento de un edificio situado en Arévalo al 1300.
Las víctimas habían ido a bailar a la disco Kika, en Palermo, donde conocieron a dos jóvenes. Después de tomar unos tragos en el boliche decidieron ir los cinco al departamento donde se hospedaban los turistas uruguayos.
“En el departamento continuaron con los tragos y en un determinado momento los tres amigos perdieron el conocimiento. Se despertaron a las 17 y advirtieron que habían sido víctimas de un robo”, sostuvo a LA NACION una fuente al tanto de la denuncia de las víctimas.
Las viudas negras se llevaron un iPhone 15, un teléfono celular Xiaomi Redmi 13C y otro marca Motorola, 400 dólares y tres pesos uruguayos.
Tras la denuncia de las víctimas ante personal de la Comisaría Vecinal 14C tomó intervención la fiscal nacional en lo criminal y correccional Romina Monteleone, quien ordenó el relevamiento de las cámaras de seguridad del edificio donde ocurrió el robo y la búsqueda de testigos, entre otras medidas de prueba.
La muerte de Mamani, que tenía 38 años, es investigada por el fiscal nacional en lo criminal y correccional Marcelo Ruilópez, con la colaboración de personal de la Policía de la Ciudad.
Mamani y un amigo había ido con un amigo a un boliche de la zona de Congreso, donde conocieron a dos jóvenes. Después volvieron a su departamento de Monserrat para tomar unos tragos.
El hecho fue denunciado pasadas las 20 ante la Comisaría Vecinal 1B de la Policía de la Ciudad. El móvil 1001 llegó hasta el edificio situado en Solís 333. En el 9° C se encontraron con un hombre en el piso, en posición decúbito ventral, con signos vitales mínimos. Cuando llegó el personal del SAME constató que el paciente había fallecido.
En el departamento estaba un amigo suyo, que era quien había llamado al 911. Ese testigo fundamental del caso dijo a la policía que en las primeras horas del día habían estado en la Peña Norteña, un bailable situado en Rivadavia y Combate de los Pozos.
Les pareció que habían tenido suerte, porque del boliche salieron con dos mujeres jóvenes con las que fueron al departamento de Mamani. Algo tomaron (o algo les pusieron en las bebidas), porque ambos hombres cayeron profundamente dormidos.
El testigo estelar dijo a los investigadores que al despertarse advirtió que su amigo “estaba tirado en el suelo, boca abajo, sin signos vitales”.
El departamento estaba todo revuelto, signo inequívoco de que, en cuanto ambos hombres cayeron inertes, las mujeres ‐eventualmente, con el auxilio de alguien más‐ habrían registrado a las apuradas y de manera descuidada toda la vivienda en busca de objetos de valor y de dinero.
Los investigadores detectaron, en la escena del crimen, un billete de 20 pesos enrollado que, en su cara interior, tenía adherida una sustancia blanca en forma de polvo. Muy probablemente, clorhidrato de cocaína.
Los preventores de la Comisaría Vecinal 1B comunicaron sus hallazgos al fiscal Ruilópez, que de inmediato dispuso la intervención de personal de Policía Científica para levantar rastros en la escena.
En tanto, los detectives de la División Homicidios de la Policía de la Ciudad trabajan para intentar identificar a las dos mujeres que, según el testigo, estuvieron con él y con la víctima después del baile, en lo que, eventualmente, debía ser una noche de placer y que, en cambio, terminó en muerte.
Otro turista, otra víctima
En las últimas horas, también se conoció otro caso de similares características, aunque, en esa ocasión, la víctima sobrevivió para contarlo.
Se trata un turista francés que denunció que, tras conocer a tres mujeres en la zona de Plaza Serrano, en el barrio porteño de Palermo, e invitarlas al departamento en el que se alojaba, se despertó sin sus pertenencias.
“En su casa bebieron algo y luego confirmó que ya no recordaba nada más”, indicaron a LA NACION fuentes con acceso a la investigación. Al recobrar la conciencia, varias horas más tarde, el visitante europeo notó que se habían llevado un parlante activo, un celular, una computadora, una billetera con efectivo y tarjetas de débito y crédito.
El hecho ocurrió cerca de las 5.30 del viernes, en el quinto piso de un departamento ubicado en Gascón al 1000, en Almagro. La víctima, identificada como Robin Mathis Pourcet Diffembach, se acercó el sábado por la noche a una dependencia policial para realizar la denuncia. Contó que tras invitar a las tres mujeres al departamento que alquilaba de forma temporal perdió el conocimiento y despertó más de 12 horas después. Entonces notó que había sido asaltado.
La causa quedó a cargo de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°47, a cargo del fiscal Marcelo Solimine, quien ordenó la intervención de la División Investigaciones Comunales 5 (DIC5) de la Policía de la Ciudad.