Hace un año, Jorge Rial vivió uno de los episodios más críticos de su vida, un momento que cambió para siempre su perspectiva sobre la existencia. El 29 de abril de 2023, mientras se encontraba en Colombia, sufrió un infarto agudo del miocardio que lo dejó clínicamente muerto durante diez minutos.
Su relato de esos instantes es conmovedor y sorprendente, especialmente para aquellos que temieron no volver a verlo: “En esta cama, hace exactamente un año, la vida intentó abandonarme de manera artera. Durante diez minutos ya no pertenecí a este mundo y todo se suspendió en el tiempo. Solo recuerdo calor y paz”.
“Nada más y nada menos. No era mi hora. Me recuperé y volví. Más fuerte, más humilde, más humano, más amado, menos cauto, más feliz y con más ganas de disfrutar la vida. Me resetearon la vida. Como cuando apagas la tele para que todas las aplicaciones vuelvan a funcionar”, escribió Rial en su cuenta de Instagram junto a una foto de la habitación donde pasó esos días cruciales.
El incidente comenzó con un malestar en el pecho que Rial experimentó la noche anterior. En un mensaje a su médico de cabecera, Guillermo Capuya, confesó: “Me dijo que se sintió mal a la noche, que tenía un dolor en el pecho”. Este dolor se intensificó y terminó en un infarto que llevó a Rial al borde de la muerte.
Fue trasladado de urgencia a un hospital colombiano donde sufrió una taquicardia ventricular, una de las arritmias más graves que puede llevar a la muerte súbita. “Es increíble vivir todo eso mirándolo desde hoy, siento que volví a empezar”, explicó.
Durante su convalecencia, en Colombia, Jorge recordó la presencia constante y el apoyo de sus seres queridos. “Estoy de pie. Rodeado de amor. Como cuando me desperté y allí estaban Rocío y Morena. Y María (su pareja), que de golpe se encontró en una historia digna del realismo mágico de su país. Y antes, aún del otro lado, la voz de Fran que me pedía que no aflojara. Y a los médicos colombianos, profesionales del amor. Y Omar, el ángel de la guarda que no dejo de golpear mi pecho hasta que el corazón se dignó a despertarse”.
La experiencia cercana a la muerte transformó a Rial en múltiples niveles. Se describe a sí mismo como un hombre más humilde y con un mayor aprecio por la vida. “Todos ustedes son parte de este recuerdo que vivo sin angustia ni dolor. Solo es agradecimiento. Gracias a todos. Ojalá sigamos mucho más tiempo juntos”, expresó con gratitud.