
Antonio Villaraigosa irrumpió nuevamente en la escena política con un mensaje dirigido a quienes sienten que California dejó de ser un lugar accesible, seguro y estable. Su candidatura para 2026 busca diferenciarse de la administración actual y apuntar directamente a los desafíos que empujaron a miles a abandonar el estado. El exalcalde de Los Ángeles presentó un programa que, según sus propias palabras, prioriza “soluciones reales” frente a un clima social cada vez más tenso y desigual.
El eje de la campaña de Antonio Villaraigosa: liderazgo con resultados en California
- El demócrata Antonio Villaraigosa construye su campaña sobre la idea de una experiencia comprobada.
- En su etapa como presidente de la Asamblea estatal, logró equilibrar el presupuesto sin aumentar impuestos, al tiempo que impulsó inversiones récord en educación y seguridad pública, explica en su portal web.
Ese antecedente, sumado a su gestión como alcalde de Los Ángeles, donde contrató cerca de 1000 nuevos agentes, promovió intervenciones comunitarias para prevenir la violencia y retiró armas ilegales de las calles, constituye la base de su mensaje: capacidad para resolver problemas complejos sin abandonar a los sectores más vulnerables.
Para Villaraigosa, es fundamental defender a los migrantes frente a las políticas de Trump
Parte central de su campaña está dirigida a quienes temen el endurecimiento federal hacia los extranjeros. En diversos textos, incluido su artículo publicado en El País y citado en su web, Villaraigosa denunció que el Gobierno de Donald Trump transformó la inmigración en una herramienta de intimidación y división. Describió redadas “de estilo militar” y acusó a la Casa Blanca de “separar a los niños de sus padres” y criminalizar a comunidades trabajadoras.
El candidato recordó datos que, según cita, provienen del California Budget and Policy Center: solo en 2022, los indocumentados aportaron casi US$100 mil millones en impuestos federales, estatales y locales, aun cuando no son elegibles para múltiples programas financiados con esos fondos. En California, el aporte ascendió a US$8500 millones, cifra que —de acuerdo con el estudio— podría subir a US$10.300 millones si se otorgara permiso de trabajo a quienes ya tributan.
Villaraigosa también cuestionó que la administración federal etiquete a los inmigrantes como “asesinos, violadores y traficantes de drogas”, calificativos que —según sostiene— buscan justificar el despliegue de reservistas y agentes armados en ciudades demócratas.
Para él, defender a las comunidades extranjeras no es solo una cuestión moral, sino también institucional: aseguró que con un Congreso dominado por republicanos y una Corte Suprema inclinada hacia posiciones conservadoras, los estados se convirtieron en el último contrapeso frente a políticas federales que, en su opinión, vulneran derechos básicos.
El candidato que busca que California vuelva a ser accesible al suceder a Newsom
Villaraigosa sostuvo que el encarecimiento generalizado convirtió al estado en un lugar prohibitivo para multitudes. Según su propia plataforma, más de 268 mil personas se marcharon en 2023, empujadas por un costo de vida que figura entre los cuatro más altos del país norteamericano.
Las viviendas unifamiliares cuestan, en promedio, 216% más que en el resto de Estados Unidos y el alquiler medio roza los US$2800 mensuales, factores que golpean con mayor fuerza a familias migrantes con salarios ajustados.
- El candidato insiste en que el Gobierno estatal desperdicia recursos al financiar programas que no producen resultados tangibles.
- Propone invertir solo en iniciativas con evidencia de eficacia y reformar aquellas que considera estancadas o duplicadas.
- Afirma que la entidad debe enfrentar dificultades estructurales —vivienda, energía, agua, empleo— con un enfoque pragmático y sin promesas vacías.
Sobre ese diagnóstico, plantea una transformación profunda: “No podemos seguir tirando dinero sin arreglar lo que está roto”, señala en su plataforma oficial.
