Si bien el jugador del Galatasaray carga con el famoso mote de la Icardeada, rememorando aquel momento en el que traicionó a su amigo y colega robándole a su esposa, y luego salió a la luz la infidelidad a Wanda Nara con Eugenia Suárez, bien podría destacarse que el futbolista fue bastante correcto en lo que a su prontuario amoroso refiere.
Es que en tanto hoy la mira está puesta en él y el escándalo mediático que protagoniza junto a la madre de sus hijas Francesca e Isabella, y muchos lo juzgan por haber traicionado a la conductora de Bake Off con la China lo cierto es que Mauro Icardi fue de relaciones largas y estables.
Así como durante una década estuvo junto a Nara, formó una familia, confió en su mujer a tal punto que la dejó a cargo de la administración de su carrera deportiva también tuvo otra relación estable que duró hasta que apareció la ex de Maxi López y lo conquistó.
En medio de la polémica separación, con terceros en discordia, juicio y denuncias policiales, reapareció públicamente y tomó relevancia Patricia Rubio, una ex novia de Icardi que formó parte de su adolescencia y marcó una etapa importante de su pasado.
LA EX, DE LA EX DE ICARDI
Si bien para muchos ese nombre resulta ajeno, lo cierto es que allá por 2013 estuvo en la mira y dio que hablar ya que era la pareja del futbolista cuando éste conoció a Wanda y a Máxi López, su marido de aquel momento y padre de Benedicto, Valentino y Constantino.
Lo que llamó la atención en la época que salió a la luz la famosa Icardeada fue que Patricia, cercana a la familia del jugador, también tenía cierto vínculo con Nara. Pero Rubio optó por guardar silencio y escapar de la exposición tanto en aquel entonces como ahora.
Y si bien todo el mundo está al tanto del Wanda Gate y se le consultó al respecto, a una década de su ruptura con Mauro ella dejó en claro que no quiere que la involucren. Asimismo, en sus redes escribió: “Un verdadero hombre jamás habla mal de una mujer, y una verdadera mujer sabe cómo tiene que actuar para hacerse valer. Dejé de creer en todo, dejé de creer en todos, incluso hasta dejé de fiarme de mi propia sombra”.