Cuchilla de Peralta y Cardozo Chico son dos localidades de Tacuarembó, un departamento al norte de Uruguay, que quedan a pocos kilómetros entre sí. Desde 2022, la Fiscalía investiga actos vandálicos en una zona en la que han aparecido animales muertos, una escuela incendiada y mensajes amenazadores.
Los ciudadanos llevan más de dos años sintiendo temor, pero el misterio parece comenzar a despejarse, luego de que la policía detuviera a una trabajadora de la escuela incendiada, informó este martes El Observador.
El problema comenzó cuando aparecieron cabezas y cuerpos de animales muertos en las escuelas de la zona. Luego, siguieron los incendios y las cartas amenazantes. Uno de los mensaje, que llamó la atención por las faltas de ortografía, decía lo siguiente:
La prosima de la kasa no keda nada ni las cenisas si ni la usan la kasa total
El mensaje estaba colocado sobre un palo de madera, escrito sobre una hoja en blanco con marcador azul.
Otro de los mensajes, consignado por el medio uruguayo, continuaba con las amenazas: expresaba que iba a hacer explotar a la escuela con todos los alumnos dentro.
El texto otra vez estaba escrito a mano, en este caso sobre una tabla de madera. Era más largo y también se caracterizaba por las faltas de ortografía. En este caso acusaba a varias personas del pueblo.
Mucha iglesia y se cogen mujeres y maridos ajenos jua jua
Total los chupa pijas de los milicos no asen nada
Tic…tac…tic…tac…Bum
Los pobladores de la zona inicialmente creían que los responsables de estas amenazas era una banda de menores, que eran conocidos por los robos. Pero la policía apuntaba hacia otro lado y llegó a temer por la seguridad de los jóvenes. Pensaban que, si los habitantes del lugar reaccionaban, les podrían hacer daño.
Pero en medio de la investigación por los incendios, estos jóvenes fueron detenidos por hurto y fueron llevados a un centro de reclusión de menores.
Finalmente la policía dio con la sospechosa: se trataba de la auxiliar de la escuela de Cardozo Chico, la trabajadora que se encarga de las tareas de limpieza y mantenimiento del centro educativo. Era una mujer que ayudaba a la maestra de un local al que asistían tres alumnos. Pero estaba de licencia médica por razones psicológicas.
La mujer se mostraba como una víctima de los incendios, pero los vecinos tenían videos que mostraron a la policía que la involucraban. Además, encontraron sus huellas dactilares en los lugares.
Cuando los peritos le pidieron que escriba para analizar su caligrafía, ella se negó. Finalmente lo terminó haciendo y la letra coincidía con lo que aparecía en alguna de las cartas que aparecieron en la escuela.
La mujer intentó suicidarse después de haber sido descubierta, pero fue internada. El lunes, los médicos la dieron de alta y el martes la policía la detuvo. La mujer ahora está a disposición de la Fiscalía. Los investigadores policiales, sin embargo, entienden que pueden haber otras personas vinculadas a este caso.
Mientras se investigaba esta situación misteriosa, la policía dispuso de un patrullero durante las 24 horas en la escuela de Cuchilla de Peralta. Incluso se dio otra situación insólita: la madre del único niño que iba a la escuela montó un aula en su casa para que siga teniendo clases, según comentó al noticiero Telenoche de Canal 4.
La maestra iba todos los días hasta la altura de la ruta en la que vive el niño y su madre se arrimaba hasta ahí, para recorrer el camino vecinal que la dejaba en su casa.
“Acomodamos una piecita que era de mi hija en el fondo y ahí”, contó la mujer. “Este año hace como cuatro años que están pasando cosas. Primero empezaron con la cabeza de un bicho y después con un perro muerto y así”, relató la madre, antes de que el misterio se revelara.