WASHINGTON.- El discurso del presidente Donald Trump en la sesión conjunta del Congreso de este martes se vio interrumpido por un llamativo incidente cuando el representante Al Green, un demócrata de Texas, fue expulsado a la fuerza después de gritar y desafiar al presidente, acusándolo de que su mandato no era legítimo.
Green, de 77 años, se puso de pie, blandió su bastón hacia Trump cuando apenas habían pasado dos minutos de discurso y gritó: “¡No tienes un mandato para recortar Medicaid [programa de salud federal para personas de bajos recursos]!”, lo que provocó un caos inmediato cuando los republicanos, entre ellos Marjorie Taylor Greene y Nancy Mace, respondieron con gritos y cánticos de “¡EE. UU.!, ¡EE. UU.!, ¡EE. UU.!” para acallar sus palabras.
Al Green is removed pic.twitter.com/JP4DFfay0P
— Aaron Rupar (@atrupar) March 5, 2025
Después de varias interrupciones, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, intervino dos veces y pidió que se restaurara el decoro en el recinto mientras los republicanos gritaban. Luego le advirtió a Green que si no se sentaba, sería expulsado de la cámara.
Green, quien suele provocar dolores de cabeza a los demócratas al desviarse de las órdenes del partido, permanecía de pie, desafiante.
Detrás de Trump, el vicepresidente JD Vance hizo un gesto con el pulgar indicando que lo echen. Johnson entonces leyó una hoja de papel que tenía frente a él, haciendo oficial esa orden.
“Al encontrar que los miembros continúan participando en una alteración deliberada y concertada del decoro adecuado, la presidencia ahora ordena al Sargento de Armas que restablezca el orden”, dijo Johnson, lo que provocó un estridente aplauso de los republicanos. “¡Saquen a este caballero de la cámara!”, declaró, golpeando su mazo.
Transmitido en vivo, el evento dejó al descubierto la marcada división política en los Estados Unidos, con los fervientes aplausos de un lado contra el abierto desafío del otro.
Luego de ser expulsado, Green hizo luego una parada sorpresiva frente a periodistas para dar su versión de los hechos.
El legislador demócrata dijo que antes de que lo escoltaran fuera de la cámara, le gritó repetidamente a Trump que el presidente “no tenía mandato” para recortar Medicaid.
“Vale la pena que la gente sepa que hay algunas personas que se van a enfrentar” a Trump, dijo Green. Agregó que no sabía si se enfrentaba a algún castigo formal por su protesta en la cámara.
La expulsión de Green, después de persistir en su arrebato, convirtió el momento en un vívido emblema de la polarización que define a la administración de Trump.
El incidente no solo se robó la atención, sino que también subrayó un Congreso fracturado, donde los actos de protesta y las réplicas encendidas dominaron una noche destinada a delinear la ambiciosa agenda de Trump.
Más tarde, mientras Trump llevaba a cabo el discurso más largo registrado en una sesión conjunta, varios demócratas fueron abandonado el recinto en rechazo a las palabras del mandatario. Otros interrumpieron el mensaje con correcciones a los gritos o mostraron carteles de protesta.
Antecedentes
Esta no fue la primera vez que un legislador de la oposición interrumpe el discurso de un presidente ante el Congreso. Las representantes republicanas Marjorie Taylor Greene, de Georgia, y Lauren Boebert, de Colorado, intervinieron repetidamente durante el discurso sobre el Estado de la Unión de Joe Biden en 2022, gritando frases como “construyan ese muro” cuando habló de asegurar la frontera sur. Ninguna de ellas fue expulsada de la cámara.
El representante Joe Wilson, republicano de Carolina del Sur, le gritó “¡Mientes!” al expresidente Barack Obama durante un discurso en el Congreso en 2009, cuando el presidente dijo que la Ley de Atención Médica Asequible no cubriría a los inmigrantes indocumentados.
En el caso de Green, no solo estaba desafiando al presidente, sino que también desafiaba las súplicas de los líderes demócratas del Congreso de que los miembros asistieran al discurso de Trump y se abstuvieran de interrumpir.
Green es conocido en el Capitolio en parte por desafiar repetidamente a los líderes de su partido para presionar por el impeachment de Trump durante su primer mandato, mucho antes de que sus compañeros demócratas decidieran hacerlo. Lo hizo tres veces, comenzando durante el primer año de Trump en el cargo, y fracasó en cada oportunidad.
Pero si bien Green suele ser una fuente de frustración para su partido, también salvó a los demócratas en una ocasión el año pasado, cuando se presentó en el pleno de la Cámara directo desde el hospital para frustrar el primer intento republicano de impeachment del secretario de seguridad nacional, Alejandro Mayorkas.
Agencia AP y The New York Times