Así fue la tremenda charla final entre Enzo Fernández y Valentina Cervantes: “No la vi venir, para nada, ni…”

En Londres, la capital de Inglaterra, las cinco de la tarde es la hora del te. Decenas, cientos, miles de hombres y mujeres se congregan en sus casas y en las tabernas en derredor de tazas, pavas, sanguchitos y masitas para disfrutar la tradicional merienda británica. En el barrio de los ricachones de Chelsea, hace cosa de un mes, Enzo Fernández y Valentína Cervantes prefirieron el mate. Por lo amargo del tema que iban a tocar, perfecto.

En esa charla, de manera bastante inesperada, “Valu” se enteró que él ya no quería estar con ella. Que había decidido “conocer la vida” que “se perdió” estando a su lado. En pocas palabras, que quería un poco de la diversión, las salidas, las fiestas, el boliche o la joda que no tenía por cumplir con todas y cada una de las obligaciones familiares que debía afrontar.

Enzo y Valentina fueron pareja durante mucho tiempo. En realidad no eran dos, sino una familia de 4, ya que tienen dos hijos. Una vez que procesó la información y comprobó que el pedido era real y definitivo y no una cosa del momento, Valentina inició las negociaciones para llegar al mejor acuerdo posible (la vida sigue y esté con él o no hay que mantenerse), armó las valijas y se vino a la Argentina.

En nuestro país siguió tomando mate y rápidamente encontró trabajo: fue contratada como modelo por una agencia muy conocida. En medio de su “primera vez” como parte de esa empresa, dio una serie de notas (a LAM, por ejemplo, a la cual tomaremos como referencia) y les contó a Angel de Brito y a sus “angelitas” cómo había sido esa charla tan dolorosa para ella. “No me la veía venir, para nada. No me imaginaba. Pero las cosas pasan y acá estoy, viviendo yo también” les dijo Valu.

ASI FUE LA TREMENDA CHARLA FINAL ENTRE ENZO FERNANEZ Y VALENTINA CERVANTES

¿Irá por dentro la procesión? A Valentina se la veía entre relajada y tranquila. Como si no sufriera tanto la separación o como si supiera disimular muy bien el dolor que le carcome las tripas. Una de dos. Con esa calma chicha y meridiana, habló como si nada. “¿Viste lo que es la vida? Hace una semana estaba allá, ahora estoy acá. Yo estoy muy bien. Estuvimos 6 años juntos pero me siento bien. Pasaron cosas de la pareja pero nada puntual. Enzo decidió estar solo, tomar distancia pero yo se la persona que es, cómo es como papá y con sus hijos y eso me deja tranquila. No tuvimos crisis. Ninguna. Se dijo que hubo terceros o infidelidades, pero no hubo o por lo menos yo no me enteré”.

“Calculo que debe ser un sentimiento que debe tener hace un tiempo y lo acepté. Me sorprendió y lo acepté. Yo también lo quiero porque es el papá de mis hijos. Cuando me lo dijo hablamos, tuvimos una charla y nos quedaron un montón de cosas pendientes por hablar que seguramente las trataremos acá cuando venga con la selección. Me dijo así y yo le dije que estaba bien, que respetaba su decisión, que esto traía un montón de consecuencias con los nenes, que no los iba a ver tanto tiempo. Bueno, trataré de llevarlos para que pase tiempo con los chicos. El una vez que me lo dijo me quedé unos 10 días porque no podía irme de un día para el otro porque pasé 3 años allá. Pero preferí venir a la Argentina porque allá no tengo a nadie. Ni una amiga, ni una prima, no tengo a mi abuela para tomar un mate. Acá sí y hace 3 años que no lo hacía y decidí venir. Soy bastante independiente” destacó.