Carlos Martínez tiene 45 años, y hace 20 que trabaja en un taller. Se acababa de bajar del tren en Constitución. Hoy pagó el boleto un 40% más caro que el viernes. “Terrible, un desastre, porque se te va sumando todo, no te das cuenta, pero le vas poniendo [cargando plata] a la SUBE. Yo le ponía $7000, ahora le pongo $10.000, y ahora no sé cuánto le voy a poner. Y el subte no lo tomo más hace mucho tiempo, porque cada vez que quiero tomarlo me acuerdo que está a $650, no sé si ahora subió o no”, sostuvo.
La estación de trenes de Constitución suele ser escenario de protestas cuando los boletos aumentan. Esta mañana, sin embargo, no fue el caso. Pese a que a partir de hoy se estableció una suba para el transporte del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) del 40%, que deja el ticket mínimo en $280 para usuarios con la SUBE registrada, los pasajeros que saltan molinetes no destacan entre quienes apoyan la tarjeta en el lector. En total, desde enero hasta ahora el incremento acumulado de tarifas ferroviarias urbanas fue un 478%, mientras que la inflación en los primeros ocho meses, y tras el 4,2% de agosto, alcanzó el 94,8%.
Aunque, como es sabido, siempre hay quienes buscan evitar el pago, y hoy no fue la excepción, según afirmaron oficiales de la Policía Federal. “Está más tranquilo que otras veces”.
El aumento se oficializó a través de la resolución 33/2024. Con esta se determinaron los montos para los pasajes de la sección 1 –el tramo de 0 a 12 kilómetros–, como para los de la 2 –el tramo de 12 a 24 kilómetro– que alcanza los $360, mientras que el tramo de más de 24 kilómetros cuesta $450 para las líneas Mitre, Sarmiento, San Martín, Urquiza, Roca, Belgrano Norte y Sur. En efectivo, en tanto, cotizan $900 y $560, es decir, si no se registró la SUBE.
Mucha gente sufre este nuevo aumento. Mariana, por ejemplo, es una estudiante universitaria de 28 años. También prefirió no dar su apellido, pero se quejó de los precios del transporte en diálogo con LA NACION: “La verdad, me frustra. Todos los días voy a clases, tomo tren y colectivo. Ya estaba gastando más de $10.000 solo en tren, y ahora encima sube más”.
“Todo cuesta mucho. Y por más que tomes poco el tren, es una locura, si viajás todos los días es mucha plata”, se lamentó Tomás, otro usuario del tren que llegó a la estación.
Salto de molinetes
Cristian, que trabaja Trenes Argentina en los molinetes y prefirió no dar su apellido, dijo, de hecho, que en la estación hay gente que salta los molinetes siempre, sobre todo cuando llega el caudal en horas pico, a la mañana y a la tarde. Hoy, tras la suba, no hubo una medida organizada, como el último “molinetazo” del 1° de marzo, previo a la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso con el discurso de Javier Milei. En esa ocasión se organizaron, especialmente, sectores estudiantiles.
“Siempre saltan algunos, es muy difícil igual controlarlos, porque a veces se ponen violentos. A mí ya me pegaron. La policía debería frenarlos, pero no lo hace, es difícil”, comentó. También agregó que, muchas veces, los conflictos se generan cuando los trenes no salen en el horario estimado. “La gente está pagando caro, el boleto más alto sin registrar la SUBE está cerca de $1000, y el servicio anda mal. Es entendible que se enojen”, concluyó.
A esto, los efectivos de seguridad también sostuvieron que es normal ver gente que pasa sin pagar, por abajo o el costado de los molinetes, o incluso saltándolos. Pero, al ser algo de todos los días, resulta complicado controlar quiénes pagan y quiénes no.
“A nosotros nos impacta mucho este aumento, porque cobramos el sueldo mínimo. La luz, el gas, cuando te llega la boleta te querés desmayar. Yo tengo que hacer trabajo extra para poder compensar, y ni siquiera así llego, y ahora encima esto”, contó una pasajera que no dio el nombre.