Están al tope de lo más escuchado en Spotify. Las entradas para sus shows se agotan en tiempo récord. Cada vez generan más repercusión en el exterior y son buscados por cantantes consagrados para lanzar temas juntos. Como nunca antes, los traperos están pisando fuerte a nivel internacional y encabezan un verdadero fenómeno que los puso en las pantallas de celulares de toda una generación.
Este fin de semana, con el movimiento cada vez más consolidado, Buenos Aires Trap regresó para hacer eco de su madurez y de su popularidad, esa que aún desconoce cuál es su techo y que convocó, según la producción, alrededor de 50.000 jóvenes al Parque de la Ciudad, sede del encuentro.
La repercusión que trae consigo el festival se ancla en datos concretos: la música urbana es en la Argentina la que registra un mayor número de reproducciones en distintas plataformas y la más consumida en términos masivos por los jóvenes. El trap nos explotó en la cara.
La nueva edición del festival comenzó con Turrobaby y los Swaggerboyz, el dúo que componen Agusfortnite 2008 y Stiffy, como las propuestas más llamativas de la primera parte de la jornada.
Hay una legión de jóvenes que se pasean por los alrededores del predio con vinchas blancas, bandanas, conjuntos de jogging oversize, gorros estilo Piluso y zapatillas de “astronauta”, todos listos para escuchar a sus ídolos, vestidos justo como ellos. Y es que el trap se convirtió en toda una inspiración estética. Todo lo que los músicos lucen, lo convierten en marca y en tendencia.
Entrada la tarde, Saramalacara, fue la primera gran referente femenina en hacer pie en un festival en el que no abundan las mujeres y que tendrá en Nicki Nicole y Cazzu a sus figuras más convocantes.
La seguidilla Bhavi – Neo Pistea al caer la tarde en el Parque de la Ciudad en una jornada inusualmente fresca para diciembre funcionó como validación histórica de dos pioneros del trap argentino que siempre ofrecieron propuestas muy distintas el uno del otro. El primero, con la teatralidad de siempre, sumó escenografías, bailarines, disfraces y máscaras. Considerado uno de los primeros en hacer trap por estas latitudes, fue, de hecho el primero en grabar una Bizarrap Music Session, el cantante nacido como Indra Bhavalan le dio al BA Trap una de las puestas más distintas de la jornada.
Pegado a él, Neo Pistea, una suerte de padrino del trap argentino, llevó las cosas a su terreno. Un DJ, visuales y nada más. “Criminal” y “Pininfarina” dieron comienzo a un set repleto de hits fundacionales de la escena, que siempre se mantienen ahí en el límite entre el nicho y la masividad. Un dato que refuerza el vínculo entre ambos: Bhavi dio su primer show junto a Neo hace ya más de 7 años. “Un chabón me invitó a su fiesta, me pagó 500 mangos, fui y decía: ‘Indra y Neo Pistea’”. Un salto en el tiempo los tuvo otra vez compartiendo fecha, solo que ahora ante decenas de miles de personas.
Nicki, tan esperada
Cerca de las 21, Nicki Nicole pisó el escenario y el predio no tardó en recibirla a pura ovación. Con una estética muy vinculada al hip hop, la chica rosarina que filmó su primer videoclip con un celular donde se la veía andar en bicicleta en su Rosario natal deslumbra con cada uno de sus movimientos. Gafas, rodilleras y hasta una bicicleta en escena encuadran sus canciones con un estilo muy personal: ya es toda una estrella internacional.
El vestuario, la coreografía y el montaje de luces y escenografía dan cuenta de una maquinaria trabajando en función de un producto con tintes de videoclip más pensado en lo audiovisual que en lo teatral. La música urbana atravesada por un filtro de musical, más cerca de Cris Morena que de los bajos fondos. Más presupuesto que ideas. Pero lo que sostiene el show es el encanto melódico y tímbrico de Nicki, que traspasa el escenario y se impregna de forma natural en el público. Tiago PZK, Lit Killah, que ya había tenido su momento en solitario, y Khea fueron algunos de los invitados de la rosarina. “Mamichula” y “Dispara” al promediar la lista de temas dieron largada a la seguidilla de hits con tintes r&b que tuvo en “Wapo traketero” su clímax esperado y cantado.
Airbag, la gran sorpresa de la noche
Diciembre no es un mes cualquiera para los hermanos Sardelli, una agenda repleta no los excusó de sorprender a sus fans en el escenario principal del Buenos Aires Trap y regalarle una dosis de rock al encuentro. La banda se lució con algunos de sus más grandes clásicos como “Por mil noches” y también con una versión propia del Himno Nacional Argentino que hizo delirar al público.
YO ESPERABA MUCHO DE ESTE FESTIVAL PERO NUNCA ME IMAGINÉ ESCUCHAR POR MIL NOCHES EN VIVO pic.twitter.com/mcGKlqJ8rI
— Buenos Aires Trap (@bsastrap) December 8, 2024
Airbag tiene tres recitales programados para cerrar el 2024 en el Estadio de Vélez el 20, 21 y 22 de diciembre. El último lanzamiento de la banda fue el álbum en vivo de su presentación en el Estadio José Amalfitani de 2023. Durante aquel show recorrieron su extenso repertorio: desde sus baladas hasta sus clásicos rockeros y hasta un cover de “Have You Ever Seen The Rain”, de Creedence Clearwater Revival. Y recientemente lanzaron una versión de “Ella usó mi cabeza como un revólver”, de Soda Stereo, en el marco de los Spotify singles.
Duki, el profeta del trap argentino
Aunque el comienzo del show de Duki, el artista central de la jornada y el más convocante del género en Argentina, haya sido con “Nueva Era”, un tema de su disco más reciente, el cambio de chip fue inmediato. Si ha de celebrarse el trap local, la lista de temas entonces requiere de un viaje en el tiempo.
“Rockstar”, “Ballin’” y “LeBron” funcionaron entonces como una declaración de principios. El Duki iniciático, el que sonaba crudo, con hambre y dolor, revivió en esa seguidilla de trap intransigente. Excesos, corazones rotos, amor familiar y fronteo, todos los ingredientes con los que el género se plantó hace ya más de un lustro como la gran novedad de la música popular en la Argentina prepandemia.
Con una puesta escénica desprovista de cualquier artilugio, Duki se valió apenas de sus productores y de visuales con filtros rojos que lo tenían a él en primer plano como único recurso visual. “Los vi que están re manijas”, comentó a modo de resumen de lo que observó del público durante toda la jornada. Minutos antes, C.R.O. había hecho lo propio para alimentar la energía de las cerca de 50 mil personas que se acercaron al Parque de la Ciudad. El final de su show, con “Perla”, puso a todos a gritar su latiguillo de cabecera: “Esto no es música, es droga”.
Con “01 de ENEro” Duki cortó por un momento su recorrido por la época pre álbumes, pero el flow atresillado hizo de hilo conductor. Ese recurso con el que Migos —el trío de Atlanta que llevó el trap a la alta rotación internacional— estableció una de las marcas distintivas del estilo en “Versace” puede rastrearse en las lecturas locales desde Neo Pistea e Ysy A hasta el propio Duki como la fórmula con la que escupen sus barras más agresivas.
Y así, para celebrar por enésima vez la popularidad de una escena que se construye siempre a partir de una narrativa que realza amistades y enemistades, Duki sumó a Neo Pistea (“Wanda Nara”, “Quavo”), C.R.O. (“Hijo de la noche”, “hARAkiri”) y Khea (“Hitboy”, “She Don’t Give a FO”) para la recta final del show. “Hello Coto”, “Givenchy”, “Malbec” y “Goteo” fueron también parte de un repertorio que ya suma un buen puñado de canciones a la columna vertebral de la escena y dan cuenta del poder de Duki a la hora de hacer estribillos para las masas.
El domingo se esperan 50 mil personas más, esta vez para una fecha que tendrá a Cazzu, Bizarrap, Eladio Carrión y Milo J como atracciones principales.