Las autoridades bolivianas capturaron este viernes en Santa Cruz a Adrián Velarde Huamani, alias ‘El Chato Adrián’, uno de los narcotraficantes más buscados del Perú. Velarde, conocido por liderar una organización dedicada al acopio y tráfico de cocaína desde el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), era investigado desde el 2007, eludiendo la justicia mientras expandía sus operaciones en la región.
El arresto fue llevado a cabo por el Centro Especial de Investigación Policial (CIP) de Bolivia, en coordinación con inteligencia peruana, marcando un golpe al narcotráfico internacional. Según las autoridades, Velarde lideraba una red que enviaba toneladas de cocaína desde la mayor cuenca cocalera del Perú hacia Bolivia y Brasil, utilizando rutas clandestinas que han sido clave en el comercio ilícito de drogas en Sudamérica.
Según Roberto Ignacio Ríos Sanjinéz, Viceministro de Seguridad Ciudadana de Bolivia, la captura de este prófugo de la justicia se realizó el último jueves 12 de diciembre, alrededor de las 07:00 p.m. ‘El Chato Adrián’, de 56 años, llegó de manera irregular a Bolivia, tras ser capturado en Brasil, en el año 2017.
Un imperio desde las sombras
La persecución de ‘El Chato Adrián’ comenzó en el 2007, cuando las autoridades peruanas incautaron un importante cargamento de cocaína en Ayacucho. En aquel operativo, los pobladores locales frustraron su captura, permitiéndole escapar y consolidar su leyenda como uno de los capos más influyentes del Vraem. Este incidente llevó al Ministerio del Interior de nuestro país a ofrecer una recompensa de 50,000 soles por información que permitiera localizarlo.
Lejos de ser un fugitivo que se ocultaba en la periferia, Velarde continuó operando con total impunidad. En 2015, las fuerzas policiales descubrieron que se había trasladado a Bolivia, desde donde dirigía sus operaciones de tráfico de drogas. Con base en Santa Cruz, estableció conexiones clave para garantizar la exportación de cocaína hacia Brasil, uno de los mayores mercados de consumo en la región.
Considerado uno de los mayores productores y acopiadores de droga en el VRAEM, ‘El Chato Adrián’ aprovechó su posición estratégica en la región cocalera para construir una red que alimentaba el narcotráfico en Sudamérica. Su captura no solo representa un golpe al tráfico ilícito, sino que también pone fin a una carrera delictiva que desafió a las autoridades durante más de una década.
‘El Chato Adrián’ registraba una orden de captura internacional desde el 2013, dispuesta por la Sala Penal Nacional por el delito contra la salud pública en la modalidad de tráfico ilícito de drogas.
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