El ministro de Economía Luis “Toto” Caputo celebró su año de gestión con un video de dos minutos. En tono épico, muestra el recorrido de los números del Gobierno: arrancó con un 25% mensual de inflación (en diciembre de 2023) y ahora ese indicador se ubica en 2,7%.
Inflación, sueldos, inversiones, baja de impuesto, riesgo-país. Caputo recorre su año con algunos números verificables y otros en los que no hay tanto consenso.
“Estábamos condenados a la hiperinflación, al borde del 90% de pobreza, y la peor inflación desde 1990”, comienza Caputo, advirtiendo en el video, que es una sucesión de apariciones televisivas y algunos discursos. Desde allí, muestra como la inflación fue cayendo (con los números de febrero, mayo, junio, septiembre y octubre), hasta llegar al 2,7%.
“Que tuviéramos superávit fiscal el mes uno no estaba en los planes de ninguna persona del mundo”, se ufana el ministro, donde también hace referencias a bajas de impuestos.
“Cuando crezcamos y tengamos superávit, toda esa plata se la vamos a devolver a la gente con baja de impuestos”, destaca. Sin embargo, aunque hubo superávit todos los meses, el único tributo significativo que se redujo fue el impuesto PAIS. Iva, Ganancias y otros impuestos ni tuvieron modificaciones.
“Estamos viendo un interés enorme de inversores por venir a invertir en el país”, destaca Caputo, a la vez que se muestran fragmentos de la baja del riesgo país. El mercado financiero está verificando esa situación, con mejoras en las cotizaciones de bonos, acciones y herramientas financieras, y un clima que alentó a los bancos a reactivar los créditos hipotecarios, por ejemplo. “Están trabajando de bancos nuevamente”, proclama.
Sin embargo, el capítulo de grandes inversiones productivas parece estar pendiente. Salvo los proyectos contenidos en el RIGI, no hubo anuncios de desembolsos multimillonarios por parte de empresas.
“Los salarios privados le vienen ganando a la inflación por 6 meses seguido y octubre probablemente sea el séptimo”, también afirma. Otros economistas creen que aún no alcanzó para balancear la pérdida de poder adquisitivo del primer trimestre.