El Gobierno modificó la lista de inversiones en las que se pueden volcar los fondos blanqueados. Este beneficio aplica para todos los montos regularizados, pero es especialmente ventajosa para los que ingresen en el régimen con más de u$s 100.000 ya que, para no pagar el impuesto del 5%, deben o mantener los montos en las Cuentas Especiales de Regularización de Activos (CERA) o volcarlos a algunas de las inversiones habilitadas.
La lista ya incluía una serie de instrumentos financieros e inversiones inmobiliarias. Esta semana se sumaron los bienes productivos, entre los que se incluyó, entre otras, a la maquinaria agrícola, las pick ups y buques de carga.
Estas compras estarán exentas de multas y podrán realizarse a través de transferencias directas de las cuentas CERA a cuentas que no sean CERA, en pesos o dólares.
“Con esta nueva resolución de la Secretaría de Comercio, vas a poder utilizar tus pesos o dólares para adquirir diferentes bienes y activos, sin pagar multa alguna y ayudando a reactivar la economía”, dijo el ministro de Economía, Luis Caputo, luego de que se conociera la medida.
“Si ustedes se animan a invertir y sacan los dólares del colchón, el Gobierno se los va a devolver” (con la baja de impuestos) prometió Caputo el viernes en Rosario ante los empresarios de la Bolsa de Cereales.
Desde el sector agroexportadores celebraron la medida pero agregaron un pedido. El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC), Gustavo Idígoras, destacó que “las ampliaciones son bienvenidas”, aunque sumó un reclamo: “Es clave que el Congreso promueva la Ley de Inversión Agroindustrial, dado que los legisladores excluyeron al agro del RIGI”.
En paralelo, la soja se recuperó desde sus mínimos en el mercado de Chicago y opera encima de los u$s 370 la tonelada para los contratos de noviembre, aunque todavía se mantiene lejos de los casi u$s 450 de mayo.
En este marco, el campo recibe con beneplácito el anuncio del Gobierno para volcar los recursos blanqueados en maquinaria agrícola, pero más lo hace la industria del agro.
Desde la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores, su presidente Leandro Brito Peret destacó que “cualquier medida que facilite o incentive la inversión en maquinaria es bienvenida”.
Es que la compra de maquinaria agrícola en general demanda de líneas de crédito de grandes volúmenes y flexibles, ya que en algunos casos los precios pueden superar el millón de dólares. Argentina además tiene una escasez de crédito sistémica en este sector.
El financiamiento y la coyuntura tanto industrial como del agro motivaron que las ventas estén un 40% por abajo del promedio histórico. Contra 2023, año marcado por la sequía, Brito Peret destacó que se recuperaron las ventas, en especial en julio y agosto. Esto se debió a que las decisiones de compra de 2023 estuvieron determinadas por las expectativas de una cosecha que luego se vio truncada: “Veníamos un 12% abajo que el año pasado, pero los últimos dos meses, recuperaron”.
Sobre el desempeño del sector, señaló que la menor demanda hizo que se tomaran decisiones de modificar los procesos productivos, como la reducción de horas extras o la no renovación de contratos temporales.
Brito Peret visualiza en esta medida una oportunidad no solo para su rubro, sino para la productividad de todo el complejo agroexportador: “Argentina tiene un problema de retraso en la innovación tecnológica. Tenemos parques que en un 70% tienen maquinarias con más de 15 años de antigüedad”.
Según subrayó, la falta de innovación en el sector impacta directamente en la productividad: “Un cambio en la cosechadora puede implicar un salto de productividad del 15 al 20%, mientras que el uso de la Inteligencia Artificial en la fertilización y pulverización puede implicar un ahorro de hasta el 70% en insumos”.