La historia de amor de Chayanne y su mujer Marilisa Maronesse fue un flechazo. Se conocieron en 1988, en el concurso de Miss Venezuela, donde ella era participante representando al Estado de Portuguesa, y él artista invitado, con una importante carrera en ascenso. Fue amor a primera vista y aunque ella no ganó la corona, sí fue elegida como Miss Fotogenia y Miss Latina. En un momento de la noche, luego de su show, él la invitó a salir y desde entonces, no se separaron. Elmer Figueroa Arce, o Chayanne como todos lo conocemos, ya era un artista reconocido y su manager le aconsejó mantener el noviazgo en secreto. No fue nada fácil concretar citas a escondidas, pero les salió bien y la relación creció a pesar de los viajes por el mundo, los shows, las fans y cualquier distancia. Mientras, ella cursaba la carrera de abogacía en Caracas. Se casaron en 1992, también en secreto, y recién se supo el real estado civil del cantante boricua cinco años después, en 1997, cuando nació su primogénito, Lorenzo Valentino. Entonces ya no lo pudieron ocultar y Chayanne presentó formalmente a su familia. Isadora Sofía, la segunda hija de la pareja, llegó al mundo en diciembre de 2000.
Muy celoso de su vida privada, Chayanne pocas veces habla de su intimidad. Una de esas ocasiones fue en una entrevista con la revista People, hace algunos años: “Yo siempre digo que toda relación es un noviazgo hasta que tienes un hijo. Luego el hijo también tiene su vida y tu tienes que tratar de mantener ese noviazgo. Como dicen todas las lecturas sobre el tema, no hay que poner a los hijos en medio porque después se van, quedan las sillas vacías y entonces la distancia entre tu pareja y tu es mayor. A pesar de todo, la familia siempre está ahí para apoyarte”. Ese es el secreto mejor guardado de la pareja: ser siempre novios, sobre todo ahora que sus hijos ya se independizaron. Y otro es celebrar cada ocasión que se pueda: el día de los enamorados, el día que se conocieron, el día de la boda. Todo festejo es bienvenido y la excusa para una cena íntima, flores, cumplidos y mimos. Cuando le toca estar lejos, en alguna gira, nunca faltan enormes ramos de flores y ahora, en la era digital, algún posteo privado, claro.
Cuando sus hijos eran chiquitos, iban juntos a todos lados. Ahora si bien ella lo acompaña, lo hace principalmente en viajes cortos, porque ejerce su profesión de abogada en Venezuela y en Miami, donde viven hace muchos años. Cuando Chayanne estuvo en la Argentina, en 2001 y 2002 para protagonizar la novela Provócame, con Araceli González y Romina Yan, la familia se mudó entera y disfrutaron de esos dos años en Buenos Aires, en donde el cantante hizo pocas giras, por su compromiso laboral con Telefe. Por entonces, se habló de infidelidad y de crisis, pero la pareja jamás confirmó nada y nunca se separaron.
Hace unos meses alguien habló de divorcio, pero él lo desmintió y repitió lo que siempre dice, que Marilisa es lo mejor que le sucedió en la vida. Y aunque le canta a las mujeres y al amor, deja en claro que su esposa es única y que no tiene ojos más que para ella.
Alguna vez contó que aunque parezcan la pareja perfecta, no lo son y muchas veces tuvieron discusiones y crisis. ¿Qué hacen entonces? Hablan. “La comunicación es muy importante y también el respeto ante cualquier problema. Y con ello me refiero a conversar. No es que uno no siga brincando porque tenemos sangre en las venas, pero si es por una decisión en común que se vaya a tomar, entonces no vale hacer lo que digas tu o lo que digo yo, sino lo que es lo mejor en común, para los dos. Mi familia es el motor de mi vida, y a ella, Marilisa, no la cambio por ninguna”.
Lo primero es la familia
Hace algunos años que viven en Miami, donde él tiene su estudio. Viven en una casa frente al mar, con varias habitaciones, aunque sus hijos ya se mudaron solos. “Mi familia es mi prioridad. Ellos son el centro de mi vida. Mi esposa y mis hijos me cautivan por completo. Vivo todos los días para ellos. Son mi amor y gran contención”, contó a la revista People hace algunos años.
Sus hijos son el mayor orgullo de la pareja. Lorenzo se graduó en Economía en 2021 y hace dos años lanzó su propia línea de ropa. Por su parte, Isadora sigue los pasos de su papá en la música. Hace un año concluyó sus estudios en composición musical en la Escuela de Música Frost, de la Universidad de Miami, casi al mismo tiempo que estrenó “HBD”, su primer sencillo.
La crianza de los hijos es un tema en el que se pusieron de acuerdo fácilmente: “Queremos siempre comer juntos, hablar de todo en la mesa, es una de las cosas que hemos practicado desde que eran bebés. Nos ayudamos unos a otros. Yo les doy alternativas, nunca se las ha dicho ‘esto es lo que tienes que hacer’. Siempre se les ha dejado tomar la decisión, pero con opciones. Y ha funcionado. Tenemos una gran comunicación y un gran amor, y los apoyo en lo que ellos decidan que quieran hacer, al ciento por ciento”.
Y sobre su esposa dijo: “Puedo decir con orgullo que tenemos una comunicación maravillosa y mucha complicidad. Marilisa ha tenido mucha paciencia conmigo y desde el principio entendió mi carrera que no es nada fácil porque, con las giras, hay mucha ausencia. Mi mujer ha sido lo mejor que me pudo pasar y yo intento disfrutar al máximo de estas dos vidas en paralelo, sin que se toquen”, confesaba en 2004 en una entrevista con el medio español ABC. “Cuando miro hacia atrás es que me doy cuenta de los años que han pasado, de las cosas bonitas que me han ocurrido, de las canciones que he grabado, feliz, muy feliz”, concluyó.