China y América Latina, de la mano hacia un mundo más justo de desarrollo común

El mundo ha entrado en un nuevo período de turbulencias y cambios, en una situación inédita en la que se intensifican los conflictos geopolíticos, profundizan las crisis por la falta de crecimiento económico y extienden de manera preocupante tanto el unilateralismo como el proteccionismo. En síntesis, el desarrollo global enfrenta serios desafíos.

En este contexto, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, pisó América Latina por sexta vez desde 2013, al asistir a la XXXI Reunión Informal de Líderes de APEC y a la XIX Cumbre de Líderes del Grupo de G20, además de realizar sendas visitas de Estado a Perú y Brasil.

Junto con los líderes de la región y de otros países del mundo, lanzó un claro mensaje para salvaguardar el multilateralismo, promover el desarrollo sano y estable de las relaciones entre los países, impulsar la solidaridad y el auto fortalecimiento del Sur Global, y trabajar de la mano para construir una comunidad de futuro compartido de la humanidad.

I. Emprender un nuevo viaje de Asia-Pacífico hacia la apertura y cooperación, a través de una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva

Durante la Reunión de Líderes de APEC, Xi Jinping señaló que durante los últimos años se agravó la fragmentación de la economía mundial, la globalización económica encontró contracorrientes, y la cooperación Asia-Pacífico se enfrentó al dilema que si no avanza, retrocede.

El presidente chino dejó un categórico mensaje: cuanto más difícil es la coyuntura, más confianza debemos tener. Al respecto, destacó la importancia de promover el desarrollo mediante la innovación, de actualizarse con los tiempos y poner a la gente por encima de todo, y de aunar todos los esfuerzos por una globalización económica universalmente beneficiosa e inclusiva.

Con los esfuerzos conjuntos de todas las partes, la APEC Lima adoptó un nuevo documento de orientación sobre la construcción del Área de Libre Comercio Asia-Pacífico, inyectando un nuevo ímpetu al desarrollo de economía abierta en dicha área.

China acogerá la APEC en 2026, y seguirá trabajando con los socios de la región para construir los próximos “treinta años dorados” de desarrollo, con apego a un multilateralismo genuino y un regionalismo abierto.

II. Reorientar la reforma de la gobernanza mundial hacia una multipolaridad equitativa y ordenada

En la Cumbre del G20 en Río, el presidente Xi Jinping presentó propuestas para mejorar la gobernanza global en cinco áreas – economía, finanzas, comercio, desarrollo digital y ecología – e hizo un llamamiento a la construcción de una economía mundial cooperativa, estable, abierta, innovadora y respetuosa con el medio ambiente.

Asimismo, anunció las Ocho Acciones de China en apoyo del desarrollo global, incluyendo la adhesión a la “Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza”, el lanzamiento (junto con Brasil, Sudáfrica y la Unión Africana) de la Iniciativa de Cooperación Internacional de Ciencia Abierta, y la Ampliación de la Apertura Unilateral a los países menos desarrollados.

China está dispuesta a trabajar con los países del Sur Global, incluida América Latina, para conformar una fuerza internacional que abogue por el desarrollo abierto, la gobernanza global, la preservación de la paz y la promoción del desarrollo del orden internacional hacia una dirección más justa y racional.

III. Escribir juntos un nuevo capítulo de la comunidad de futuro compartido China-América Latina

Este año se cumple el 10º aniversario de la propuesta del presidente Xi Jinping de construir una comunidad de futuro compartido China-América Latina, en un momento en que la construcción conjunta de la Franja y la Ruta está en pleno desarrollo en la región.

Durante la visita del presidente Xi Jinping a Perú, se inauguró el puerto Chancay, un importante proyecto de la construcción conjunta China-Perú de la Franja y la Ruta de alta calidad.

En su visita a Brasil, se elevó el posicionamiento de las relaciones China-Brasil a “comunidad de futuro compartido por un mundo más justo y un planeta más sostenible”. Ambas partes decidieron articular la Iniciativa de la Franja y la Ruta con las estrategias de desarrollo de Brasil.

Además, el presidente Xi Jinping mantuvo encuentros bilaterales con los presidentes de Argentina, Chile, México y Bolivia.

Bajo la orientación estratégica de la diplomacia presidencial, China y América Latina sin duda se convertirán en un modelo por el desarrollo y el fomento, y por un mundo justo y razonable.

IV. Plasmar un nuevo plan maestro de la agenda China-Argentina a través de la diplomacia presidencial

Este año también se cumple el 10º aniversario del establecimiento de la Asociación Estratégica Integral China-Argentina, en un momento en que la relación entre ambos países se encuentra en una importante coyuntura de dar continuidad a lo pasado.

Al margen de G20 Río, el presidente Xi Jinping tuvo su primer encuentro bilateral con el presidente Javier Milei. En esa ocasión, el presidente Xi Jinping subrayó que China está dispuesta a trabajar con Argentina para seguir promoviendo la construcción de alta calidad de la Franja y la Ruta, además de profundizar la cooperación en energía y minería, infraestructura, agricultura, innovación en ciencia y tecnología, y economía digital, entre otras áreas. También manifestó que China está dispuesta a continuar la cooperación financiera con Argentina y asistirle en sus esfuerzos para mantener la estabilidad económica y financiera. El presidente Milei reiteró la firme adhesión de su país al principio de una sola China, además del deseo de la Argentina de ser un socio confiable y estable de China.

China y Argentina son del Sur Global y compañeros de viaje tanto en la defensa de la soberanía y la independencia, como en la búsqueda del desarrollo común.

China está dispuesta a seguir trabajando con los países latinoamericanos – incluyendo la Argentina – para fortalecer la unidad y una cooperación orientada estratégicamente por la diplomacia presidencial, realizar esfuerzos conjuntos por la modernización de los países a través del desarrollo pacífico, cooperar mutuamente en forma beneficiosa y en procura de una prosperidad general, y unir esfuerzos en la construcción de un mundo justo de desarrollo común.

(*) El autor es embajador de la República Popular China en la Argentina