Científicos confirman relato bíblico tras más de 2000 años: esto dice la investigación

Un equipo de arqueólogos reveló un descubrimiento que conecta textos sagrados con evidencia física en Jerusalén. Según la Autoridad de Antigüedades de Israel, se confirmó que el muro oriental de la Ciudad de David fue construido durante el reinado del rey Uzías, luego de un terremoto que es mencionado en el Antiguo Testamento.

Esta investigación, que duró casi una década en el Parque Nacional de la Ciudad de David, fue financiada por la Fundación Ciudad de David. Además, se realizó en una colaboración entre la Universidad de Tel Aviv y el Instituto Weizmann. Según los autores, modifica distintas teorías previas sobre la cronología de la expansión de Jerusalén a partir de encontrar restos del muro.

Restos del muro de David en Jerusalén

Durante décadas se creyó que estas estructuras eran obra del rey Ezequías, basándose en su reinado durante el siglo VIII a.C. Sin embargo, la nueva investigación de los científicos demostraría que el muro fue edificado en el siglo IX a.C., un siglo antes.

El experto Joe Uziel, de la Autoridad de Antigüedades de Israel, dijo a History Channel que “el gran terremoto marcó el inicio de una renovación en la ladera oriental durante el reinado de Uzías”. El muro oriental habría sido construido como parte de la renovación de la construcción en la ladera durante este reinado.

Según detallaron los investigadores, el equipo utilizó más de 100 dataciones por radiocarbono para precisar el origen de los restos encontrados. a su vez, materiales orgánicos extraídos de diversas excavaciones en la Ciudad de David permitieron reconstruir la historia de Jerusalén desde el 1200 a.C. hasta la destrucción babilónica en 586 a.C.

Yuval Gadot, profesor de la Universidad de Tel Aviv, aseguró en una entrevista que “estos datos ofrecen una cronología precisa que conecta eventos bíblicos con evidencia científica”.

Hallaron los restos del muro de David que confirman hechos bíblicos

El descubrimiento también desafía nociones sobre el crecimiento de Jerusalén. Investigaciones previas atribuían la expansión al exilio asirio en el siglo VIII a.C. Ahora se sabe que ocurrió un siglo antes, durante el periodo del rey Uzías. Este terremoto, mencionado en el Antiguo Testamento, habría motivado importantes obras de fortificación en la ciudad. Uziel añadió que “la evidencia arqueológica demuestra que la ciudad siguió creciendo y prosperando hasta su destrucción por Babilonia”.

Este hallazgo no solo redefine la historia de Jerusalén, sino que también fortalece el vínculo entre textos antiguos y hallazgos arqueológicos, marcando un punto clave en el estudio de los relatos bíblicos.

Multiplicación de peces y panes: otro relato bíblico que tendría una explicación científica

No solo este edificio podría haber encontrado evidencia científica, sino también el relato del milagro de los panes y los peces, uno de los más conocidos en los Evangelios del Nuevo Testamento, que describe cómo Jesús alimentó a una multitud con escasos alimentos. Según la tradición, tras bendecir unos pocos panes y peces, estos se habrían multiplicado para satisfacer a todos los presentes.

Al respecto, una investigación reciente ofreció una posible explicación científica para este fenómeno, registrado en el mar de Galilea, también conocido como lago Kinneret.

El estudio realizado por los investigadores Yael Amitai, Ehud Strobach, David P. Hamilton, Shmuel Assouline, Ami Nishri y Tamar Zohary y publicado en Water Resources Research, sugiere que un fenómeno natural podría explicar la repentina abundancia de peces en la región.

La hipótesis se centra en el comportamiento de las aguas del lago, donde los vientos generan olas internas de gran amplitud. Estas olas alteran la temperatura y los niveles de oxígeno en diferentes capas del agua, influyendo en la dinámica de los peces.

Un grupo de científicos da una nueva explicación al mito bíblico de la multiplicación de peces y panes

El equipo de científicos analizó los movimientos en el lago Kinneret y descubrió que los vientos del oeste pueden provocar un ascenso de agua fría y poco oxigenada desde las profundidades hacia la superficie, especialmente durante la estratificación térmica anual. Este fenómeno lleva esta a las zonas costeras, atrapando a los peces en estas áreas y causando su muerte.

Curiosamente, los investigadores identificaron que estos eventos de mortandad ocurren en el mismo lugar del lago donde, según los evangelios, Jesús realizó el milagro. Esto sugiere que una gran cantidad de peces podría haber quedado disponible en la orilla, permitiendo a la multitud recolectarlos, un escenario que coincide con la descripción bíblica.