El próximo domingo 29 de junio se realizarán las elecciones municipales en 19 ciudades de la provincia de Santa Fe. La jornada no solo definirá quiénes gobernarán en cada territorio, sino también dejará ver el equilibrio real del poder local tras la llegada de Maximiliano Pullaro a la Casa Gris. En ese mapa, el oficialismo de Unidos para Cambiar Santa Fe es quien más tiene para perder: administra 16 de las 19 intendencias que van a las urnas y buscará retenerlas frente a una oposición fragmentada, con un peronismo debilitado y sin presencia competitiva en varios distritos.
La pulseada por los municipios: continuidad vs. resistencia
Unidos para Cambiar Santa Fe llega a esta instancia con un dominio consolidado: de las 19 intendencias en juego, 9 son gestionadas por el radicalismo, 4 por el PRO y 3 por el socialismo. En casi todos los casos, los intendentes buscarán renovar sus mandatos, con la excepción de Suardi y Las Toscas, donde los actuales mandatarios no se presentan.
La apuesta es clara: sostener el peso territorial como primera línea de defensa política del gobierno provincial. Y hacerlo, además, en un contexto de marcada caída del PJ y de incipiente presencia libertaria.
En este escenario, el socialismo juega sus propias cartas. Omar Colombo buscará un tercer mandato en Recreo, aunque en las PASO quedó por detrás del peronismo. En Las Toscas, Iván Sánchez fue quien ganó la interna de Unidos tras la retirada del intendente Chamorro, y ahora intentará mantener el bastión.
El PRO, por su parte, se pone a prueba con candidatos como Victoria Weiss Ackerly (Helvecia), Daniel Escalante (Roldán), Natalia Sánchez (El Trébol) y Romina López (San Guillermo), esta última con la experiencia de haber asumido en 2020 tras la muerte del entonces intendente y ganar las elecciones dos años después. La incógnita: ¿consolidará el macrismo su base en el interior santafesino?
Cinco nuevas ciudades, cinco intendencias en disputa por primera vez
Las elecciones del domingo tienen un componente inédito: cinco localidades eligen por primera vez intendente, luego de haber sido elevadas al rango de ciudad por la Legislatura provincial pese a no superar los 10.000 habitantes exigidos por ley.
Se trata de Alvear, Helvecia, Teodelina, Villa Minetti y San José de la Esquina, donde los actuales presidentes comunales (en su mayoría alineados a Unidos) buscan mantenerse ahora con el nuevo estatus. En todos los casos, son figuras que empujaron ese cambio de categoría como parte de una estrategia política de consolidación territorial.
En San José de la Esquina, el resultado ya está cantado: Ezequiel Ruani fue el único en superar las PASO y será el próximo intendente, sin competencia real en las generales.
El peronismo: entre la resistencia y la posibilidad del derrumbe
En la vereda opuesta, el peronismo llega a esta elección provincial con un panorama limitado y fragmentado. Solo tres municipios bajo su control van a las urnas: Puerto General San Martín, Florencia y Fray Luis Beltrán.
En Puerto San Martín, el histórico Carlos De Grandis busca su séptima reelección. En Florencia, Rubén Quain, intendente desde que se municipalizó la localidad, perdió en las PASO y podría marcar el fin de una gestión de casi tres décadas. En Fray Luis Beltrán, Mariano Cominelli, con respaldo consolidado, va por otro mandato.
Pero lo más alarmante para el PJ es su ausencia total en seis de los municipios que eligen intendente. Sin lista propia, deberá conformarse con pelear lugares en los concejos o apostar a que alianzas locales le den algún tipo de representación.
Municipios en disputa: independientes, vecinales y sorpresas
También se destaca la aparición de frentes vecinales o candidatos por fuera del bipartidismo. En Suardi, Unidos se enfrenta al vecinalismo del Proyecto Suardi, liderado por el socialista Agustín Peretti. Sin presencia peronista ni libertaria, será una contienda atípica.
En Sauce Viejo, el intendente Mario Papaleo perdió la interna y el candidato será el exfutbolista Pedro Uliambre, ahora con el Frente de la Esperanza. En Armstrong, Guillermo Luzzi irá sin rivales y ya se considera virtualmente reelecto.
Lo que está en juego
Más allá de los nombres, las campañas y las internas, lo que se define este domingo es el peso real del pullarismo en los territorios. Unidos pone en riesgo su dominio local mientras transita la primera gran reforma política de su gobierno: la reforma constitucional. Para el PJ, en tanto, la elección será un test de supervivencia: evitar el colapso y conservar lo poco que queda.
En medio de un clima nacional marcado por la polarización y el ajuste, las urnas santafesinas del 29 de junio mostrarán un termómetro clave sobre cómo se reorganiza el poder territorial en la provincia.