En la mañana del lunes 26 de agosto de 2024, se desarrolló una reunión entre Colombia, Panamá y Estados Unidos en la que se trató la crisis de migración ilegal que afectan a los tres países.
Así lo confirmó el canciller Luis Gilberto Murillo, que explicó que en la III Reunión del Mecanismo Tripartito Colombia buscó reafirmar su compromiso para que “el fenómeno migratorio se gestione de manera humana, ordenada, regular y segura, siempre con plena garantía de derechos”.
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A la reunión, que se llevó a cabo en Cartagena, aparte de la delegación colombiana encabezada por el canciller Luis Gilberto Murillo, asistieron el ministro de Relaciones Exteriores de la República de Panamá, Javier Martínez-Acha Vásquez y el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro N. Mayorkas, que destacaron la importancia de que la migración irregular se aborde desde un enfoque multidimensional y de derechos humanos.
Entre los avances para afrontar la crisis migratoria se destacó que Colombia ha regularizado 2.5 millones de migrantes venezolanos, también la flexibilidad de regularización para venezolanos que no se encuentran cubiertos por el Estatuto Temporal de Protección, las Oficinas de Movilidad Segura para otorgar el acceso para migrantes a Estados Unidos y los esfuerzos conjuntos para abordar la trata de personas en la región del Darién.
De acuerdo con un documento que compartió el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, “los tres gobiernos reconocen las amenazas que representan las organizaciones criminales transnacionales, que se lucran de la explotación de los migrantes”, razón por la que se comprometieron a identificar mecanismos que permitan el desmantelamiento de dichas redes y lograr la captura de este tipo de delincuentes como, por ejemplo, fortalecer la cooperación para desarticular las redes de trata y tráfico de migrantes, mejorar la asistencia humanitaria a las poblaciones migrantes y buscar mecanismos de protección para grupos vulnerables.
En cuanto al flujo de migrantes irregulares que transitan entre la frontera que comparten Colombia y Panamá, en la reunión se estableció que involucran poblaciones de más de 90 nacionales que ingresan a la región a través de terceros países, por lo que se buscará un diálogo con dichos Estados “para aumentar alternativas seguras, ordenadas y humanas que reduzcan la migración irregular”.
Otro de los temas que preocupó a las delegaciones que se reunieron en Cartagena fue el de la protección de los ecosistemas que comparten Colombia y Panamá, por lo que se le solicitó a Estados Unidos que se comprometa a fortalecer la cooperación para el desarrollo de comunidades locales asentadas en la frontera ubicada en el tapón del Darién.
Por otro lado, dada la necesidad de ampliar mecanismos de protección de las poblaciones migrantes basados en los derechos humanos, “los tres países expresan su voluntad de fortalecer las políticas migratorias que respaldan los esfuerzos de regularización e integración socioeconómica de los migrantes; promover y respetar las vías migratorias regulares; impulsar acciones que protejan a los migrantes en condición de vulnerabilidad”.
Por último, como una medida para tomar acciones “concretas y realistas” que permitan fortalecer la presencia estatal de Colombia y Panamá en la frontera, se comprometieron a mejorar los mecanismos de control y regulación; como también, el intercambio de información y la verificación de identidad de los migrantes.
Con el fin de lograr que los compromisos se puedan llevar a cabo, los jefes de las diferentes delegaciones solicitaron a las autoridades competentes en materia migratoria de cada país mantener una reunión técnica, en un plazo no mayor a 90 días a partir de la fecha de la reunión tripartita, para que “elaboren y presenten un cronograma y plan de ejecución con actividades que construyan sobre el avance que han hecho los tres países con acciones concretas.