El interés es extremo en ese experimento social. La presencia de cientos de cámaras en una casa provoca todo tipo de reacciones en los espectadores y uno de los ejes se centra en las relaciones íntimas, en la manera que encuentran los participantes para vincularse.
Gran Hermano continúa con esa fascinación y por eso en cada oportunidad en que se forman parejas ocasionales, que se dan rienda suelta a las pulsiones. Así le sucedió a La Tora, que en su temporada se enroló en un romance con Nacho Castañares, que luego continuó un tiempito en el exterior.
Ahora, Lucía Villar acaba de explicar el método que ejecutaron con el blondo para evadir las cámaras, así como reconoció que jugaron en la intimidad en diversos momentos que no se exhibieron al aire. Una revelación tremenda, que vuelve a poner el foco en la edición del reality.
Resulta que la rubia visitó el piso de Luzu TV y recibió la pregunta directa de Diego Leuco: “¿Cómo es el tema del sexo? Porque, primero, están las cámaras, segundo están tus compañeros en la cama de al lado y tercero, tenés que tirar esto antes de cul…”.
De esa manera, Lucía reconoció cómo infringieron las reglas del reality con Nacho: “Y nunca salió, nunca hicimos la seña y fue bastante seguido”. Y trató de ahondar en esa metodología para entregarse a la pasión: “Hay maneras. No lo puedo explicar acá. Es más, nunca lo conté. Pasa que yo no quería que de afuera se viera que estábamos teniendo sexo”.
En cuanto a los peligros que atravesaban en esos instantes y las consecuencias, La Tora expresó: “Sí, te reta y ahí te retumba el parlante, por lo que se despiertan todos y causa conflicto. Tipo: ‘Lucila y tal persona, recuerden dar el consentimiento’. Ahí te tenés que hacer al toque la dormida, cul… con cul… y a dormir. Es la típica”.