“En verano no voy a ningún lado. Me encanta quedarme acá, es la mejor época del año”, dice Débora Monza, oriunda de Rosario, que hace más de 10 años eligió Bariloche como su lugar en el mundo. Tiene dos hijos y le encanta explorar los diferentes paisajes que la Patagonia tiene para ofrecer, sobre todo en verano, cuando el clima es más amable y los colores se potencian: los amarillos de las retamas, los azules de los lagos y los verdes de los coihues.
Desde Neuquén hacia el sur, la Patagonia argentina no solo es uno de los destinos más elegidos para el verano por su clima, sino también por sus paisajes y la variedad de actividades que tiene para ofrecer. El trekking es una de las más populares porque permite llegar a rincones que de otra manera no sería posible a través de senderos con distintos grados de dificultad.
“La Patagonia es salvaje. Tuve la oportunidad de viajar y de caminar en otros lugares pero, al volver, me doy cuenta de que tenemos tierras que son muy prístinas. En la Patagonia podés estar completamente solo en un sendero y en contacto con la naturaleza. Lo tiene todo: montañas, lagos, estepas, desiertos e infinidad de paisajes”, explica Gabriela Chávez, que nació en Esquel y se convirtió en fotógrafa después de encontrar en el trekking una de las mejores formas de conocer su lugar. Ella comparte sus aventuras y los paisajes de la Patagonia en su Instagram.
Caminatas cortas que llevan a miradores, senderos con algo de dificultad que terminan en paisajes que cortan el aliento y travesías de varios días con pernocte en refugios son algunas de las opciones del amplio abanico de senderos que el sur argentino tiene en una extensión inabarcable.
A continuación algunas opciones para salir a caminar por la montaña que se adaptan a diferentes situaciones y viajeros, incluso con chicos.
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Accesibles y de poca duración: para ir en familia
Si la idea es viajar con la familia y hacer alguna experiencia con niños de cinco años en adelante, Bariloche tiene algunas opciones accesibles. Por ejemplo, el sendero que lleva hacia la Cascada de los Duendes que es de dificultad baja. Son unos 600 metros con 10 de desnivel y una duración de 1.30 hora ida y vuelta. El camino rodea el arroyo Pescadero y llega a un salto de agua. Otra opción puede ser el Sendero Arrayanes que se encuentra dentro del Parque Municipal Llao Llao, que es de un kilómetro saliendo desde Puerto Pañuelo. Tiene estacionamiento y un centro de informes donde hay que registrarse y abonar el ingreso.
En Neuquén, una buena opción para hacer con niños es la senda que une el lago Espejo con el Correntoso en Villa La Angostura. Es un sendero de una hora ida y vuelta que inicia en Bahía Guardaparque –donde se puede dejar el auto y registrarse– y termina en una playita a orillas del lago Correntoso, uno de los más transparentes de la zona.
Otra opción puede ser la Senda Brazo Última Esperanza que es de una hora y media y parte desde el kilómetro 2,5 de la ruta 231, que une la RN 40 con Chile. Atraviesa un bosque de coihues, luego un puente y finalmente llega a una playita en el último brazo hacia el norte del Nahuel Huapi.
“Para que una caminata con niños sea llevadera hay que plantearla como un juego. Por ejemplo, si vamos a caminar dos kilómetros, podemos decirles que vamos a ir buscando un tesoro o plantitas. Los chicos no se cansan, sino que se aburren y, cuando eso pasa, empiezan con el ‘ya quiero llegar’”, explica Dolores Moreno, guía profesional y dueña de Nómades, una empresa que organiza actividades de montaña y kayak en Villa La Angostura.
En El Chaltén –la Capital Nacional del Trekking– se puede hacer el sendero hacia Chorrillo del Salto. Es un trayecto de unos 7 kilómetros, lo que quizás no se adapta para un niño muy pequeño. Se puede llegar en auto hasta un estacionamiento y, desde allí, continuar unos 400 metros a pie. El final es una impactante cascada de más de 15 metros de altura.
Dormir en la altura: noches en refugios
Para los más aventureros y experimentados en trekking, la Patagonia tiene decenas de refugios en lugares inhóspitos que se pueden utilizar como destino final o como un lugar para pernoctar y continuar al día siguiente con la caminata. En Bariloche, uno de los más conocidos es el refugio Frey, a 1700 metros de altura. Se puede acceder desde el cerro Catedral y la caminata es de unos 10 kilómetros con 700 metros de inclinación. Una vez allí se puede observar la aguja Frey y la laguna Toncek.
Otra opción es llegar hasta el refugio Agostino Rocca desde Pampa Linda, que está a 85 kilómetros de Bariloche. La caminata es de unas seis horas con una inclinación de 600 metros. Una vez en el refugio se puede disfrutar de una rica comida, una ducha caliente y un descanso confortable. Al otro día se puede volver por el mismo camino o continuar hacia lago Frías y Puerto Blest que son otras seis horas más.
El refugio Piltriquitrón es uno de los clásicos de El Bolsón. Hay dos formas de acceder: en auto o con una caminata de dificultad alta. Para la primera opción hay que ir hasta el mirador de la plataforma del Piltri, estacionar y hacer el sendero que son 45 minutos de dificultad media. Para la segunda, se parte desde el ACA de la Av. San Martín por la RN 40 y se llega hasta el comienzo de la senda. Se asciende 10 kilómetros hasta el mirador y, desde allí, 45 minutos hasta el refugio.
Un refugio que combina navegación con trekking es el del cerro Dormilón, en Villa La Angostura. Parte desde la población Martínez, a orillas del brazo Rincón del Lago Nahuel Huapi, donde se llega con una embarcación. Desde allí son siete horas ida y vuelta hasta el refugio que no tiene refugiero por lo que hay que hacer una reserva con anterioridad al Club Andino de Villa La Angostura. Al realizarla, se entrega una llave electrónica vía WhatsApp para poder usar el lugar.
En todos los refugios es importante reservar con antelación porque tienen capacidad limitada. Además, al igual que la mayoría de los trekkings, requieren registro.
Senderos desafiantes: ascensos y vistas panorámicas
Es la categoría en la que hay más opciones y en la que el disfrute del camino dependerá principalmente del estado físico. En Bariloche una buena opción puede ser el sendero al Mirador Brazo Tristeza, que parte desde bahía López y tiene una duración de una hora y media, ida y vuelta. Al llegar se puede descansar en un acantilado y contemplar el paisaje del espejo de agua y el cerro Capilla de fondo. Este sendero está dentro del Parque Municipal Llao Llao donde también se puede optar por otros similares como el sendero al cerro Llao Llao (2.30 horas ida y vuelta desde Puerto Pañuelo) o el sendero Lago Escondido (una hora ida y vuelta desde Bahía de los Troncos).
Si la idea es hacer algo más desafiante, una opción puede ser el Sendero Seccional Lago Gutiérrez Playa Muñoz que son 6 kilómetros en total (cuatro horas ida y vuelta aproximadamente). La entrada está en la seccional de guardaparques del lago Gutiérrez donde se puede dejar el auto y comenzar el sendero que es el mismo que conduce a otros lugares como el refugio Frey y el mirador del mismo lago.
“Algunos consejos para este tipo de trekking son: llevar indumentaria acorde, agua y vianda. Es recomendado el uso de bastones de trekking (fundamental se tiene alguna lesión previa) ya que protegen articulaciones y contribuyen al equilibrio en edad avanzada”, explica Diego Agra, guía de montaña independiente en el Parque Nacional Nahuel Huapi. También cerciorarse si la caminata requiere registro y compartir con alguien el plan del día.
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Sobre la Ruta de los Siete Lagos hay una parada que se volvió ineludible los últimos años: la senda Cascada Ñivinco, que está a 10 kilómetros del ingreso a Villa Traful. Son tres horas de ida y vuelta donde se aconseja llevar calzado adecuado porque hay que cruzar sí o sí por un río. El punto de llegada es un salto de agua de 10 metros de alto.
En El Chaltén este tipo de trekkings son los que más eligen los turistas aunque requiere un estado físico adecuado. Una opción es el sendero a Laguna de los Tres que es de dificultad media y de unas ocho horas de duración, ida y vuelta. El camino empieza al final de la Av. San Martín y tiene algunas pendientes pronunciadas al comienzo y al final. Se recomienda salir bien temprano para evitar la noche y llevar vianda. Se puede hacer en dos días acampando en Poincenot, un camping que queda a cuatro horas del comienzo del sendero.
Una opción un poco más accesible es ir a laguna Torre, que es de 18 kilómetros pero con menos desnivel. El sendero tiene varios miradores y la duración aproximada es de siete horas, ida y vuelta.
Circuitos de varias jornadas: travesías guiadas por caminos inhóspitos
Este tipo de trekkings requieren una preparación mucho más consciente ya que implican varios días de caminata y de cansancio físico. Generalmente se recomiendan hacer en grupo y con una planificación exhaustiva de cada una de las jornadas.
En Bariloche una propuesta puede ser la travesía Cuatro Refugios que tiene unos 46 kilómetros en total y que une los más importantes del Parque Nacional Nahuel Huapi. De principio a fin, el camino aumenta la dificultad técnica y física y suele hacerse en cuatro días. El sendero parte desde el Cerro Catedral y la primera parada es el refugio Frey. La segunda es el Jakob y las siguientes el Manfredo Segre y el López. Esta caminata tiene algunas variantes como pasar dos noches en el Jakob y visitar algunos paisajes que están en la zona.
Otra posibilidad es ir desde Pampa Linda hasta el mirador del glaciar Castaño Overa, que son unos 7 kilómetros de dificultad media. Al regresar a Pampa Linda, por la tarde se puede ir y volver al saltillo Las Nalcas que son unos 5 kilómetros y hacer noche en la hostería o camping. Al otro día se puede llegar al refugio Agostino Rocca y el tercer día bajar hasta la Laguna del Illón y disfrutar de la playa. En este lugar se puede acampar y, desde allí, visitar otros lugares como la Mirada del Doctor (8 kilómetros desde la playa) y otras cuatro lagunas; o volver a Pampa Linda para pernoctar.
“Una travesía de varios días requiere de una buena planificación que debe comenzar semanas o meses antes. Es recomendable recabar toda la información posible, analizar riesgos, conocer límites y respetarlos”, detalla Agra quien junto a unos colegas creó Peumayén Aventuras, una empresa que se especializa en salidas privadas. A la planificación se suma la elección y preparación adecuada de la mochila, la selección del calzado correcto, la preparación de un botiquín adecuado, completar el registro de trekking y hacer las reservas correspondientes en caso de pernoctar en refugios.
Unir Villa La Angostura con Villa Traful es una travesía que lleva dos días de ida y que inicia en el centro de esquí Cerro Bayo. Es un sendero de dificultad alta y que se recomienda hacer con guía especializado. Además del calzado de trekking, se debe llevar otro de vadeo ya que el sendero cruza 14 veces el arroyo Cataratas. El pernocte solo se puede hacer en el campamento la Tapera de los Lagos. Parte de este sendero forma parte de Huella Andina, una senda de 570 kilómetros que une el lago Aluminé con el Lago Bagillt y que permite conocer cinco parques nacionales.
Consejos para principiantes
Si bien las opciones para hacer trekking son infinitas y se adaptan prácticamente a las condiciones físicas de cualquier persona, hay algunas recomendaciones para tener en cuenta al momento de vivir la experiencia por primera vez.
- “Lo más importante es comenzar haciendo caminatas por senderos de dificultad baja y de corta duración. Gradualmente se puede ir aumentando la complejidad, siempre y cuando se cuente con el equipo necesario y el estado físico acorde”, dice Diego Agra, guía de montaña. Una de las claves es recopilar información sobre cuántos kilómetros son y el desnivel positivo del sendero (la suma de las subidas que tiene el recorrido).
- Para empezar es recomendable ir a un paso lento para que los músculos puedan adaptarse. También a un ritmo que la persona pueda sentir cómodo sin perder constancia ni agitarse. La idea es que pueda sostenerlo en el recorrido, independientemente de a qué velocidad sea.
- “Yo aconsejo que vengan con ganas de disfrutar cada paso que dan. Que hagan pausa y que se detengan a contemplar las montañas. ¡No es una carrera! Así que hay que caminar despacio porque si vienen con apuro a la Patagonia, están perdiendo el tiempo”, agrega el guía de montaña.
- A estas recomendaciones también hay que sumarle la conciencia y el respeto de las reglamentaciones que rigen en estos lugares preservados. “Cuando uno entra a un parque nacional tiene que respetar el código: estar tranquilo, no dejar basura, no hacer fuego y generar el menor impacto posible. Poder ir de un lago a una cumbre en pocas horas y tener una conexión tan directa con la naturaleza tiene un gran valor y hay que cuidarlo”, reflexiona, por su parte, la guía Dolores Moreno, que también invita a los turistas a preservar los lugares poco convocantes de la masividad de las redes sociales.
- Además, la indumentaria adecuada es esencial: nada de ojotas y sandalias, a pesar del calor.