El Congreso de la República emitió recientemente una directiva que modifica de manera temporal el código de vestimenta de su personal con motivo de la temporada de verano 2025. Este ajuste busca garantizar mayor comodidad para los trabajadores frente a las altas temperaturas, sin descuidar el decoro y la formalidad que requiere el entorno legislativo.
A partir de esta normativa, los empleados podrán asistir a sus labores sin la necesidad de portar saco y corbata durante los días laborales comunes. Sin embargo, se reitera la prohibición de usar prendas consideradas inadecuadas, como minifaldas, jeans, zapatillas, shorts y otras similares, tal como lo establece el Reglamento Interno de Trabajo del Congreso.
Según el comunicado, los días laborales regulares no exigirán el uso de saco y corbata, promoviendo así mayor confort para los trabajadores en las oficinas del Parlamento. Sin embargo, la Dirección General de Administración recordó que cualquier incumplimiento del código de vestimenta podría derivar en sanciones, conforme lo estipula el artículo 89, literal “W”, del Reglamento Interno de Trabajo.
Restricciones en sesiones y actos oficiales
La flexibilidad del código de vestimenta no aplicará en todas las circunstancias. El Congreso dejó en claro que el uso de vestimenta formal es obligatorio en eventos oficiales, como las sesiones del Pleno, la Comisión Permanente y las reuniones de las comisiones. Estas restricciones buscan mantener la seriedad y el decoro necesarios en estas instancias, en línea con el Código de Conducta de los Servidores y Funcionarios del Congreso de la República.
El objetivo de estas reglas es garantizar que las representaciones del Congreso en actos oficiales mantengan los estándares de respeto y profesionalismo esperados. La normativa subraya que estas situaciones específicas exigen el cumplimiento estricto de la vestimenta formal, independientemente de la flexibilización temporal para el resto de las jornadas laborales.
Además de las prohibiciones mencionadas, la directiva sugiere al personal optar por prendas ligeras confeccionadas en telas frescas y colores claros, con el fin de facilitar la ventilación y mejorar la comodidad en las oficinas. Esta recomendación tiene como fin ofrecer alternativas que se ajusten a las necesidades del verano sin comprometer la formalidad mínima requerida en el entorno laboral del Parlamento.
Cambio en medio de polémica
Este cambio en el código de vestimenta ocurre en un momento de creciente escrutinio hacia las instituciones parlamentarias. El Congreso enfrenta críticas relacionadas con casos de supuestas irregularidades en la contratación de personal y denuncias más graves, como la existencia de una red de prostitución vinculada al Parlamento, según reportes recientes.
De acuerdo con investigaciones publicadas en diversos medios, estas irregularidades involucrarían al exjefe de la Oficina Legal y Constitucional, Jorge Torres Saravia, quien habría liderado una red ilícita al interior del Congreso. Además, personal del Ministerio Público llegó hasta las oficinas del Legislativo para seguir con las investigaciones.
En este contexto, la directiva que prohíbe expresamente el uso de prendas consideradas inapropiadas, como minifaldas y shorts, se inscribe dentro de los esfuerzos por reforzar el respeto hacia las normas internas y la imagen institucional del Congreso.