Cris Morena es, sin lugar a dudas, una de las empresarias argentinas más exitosas que dejaron una impronta en la televisión argentina con sus tiras infanto-juveniles. Y ahora, a la par de su nueva serie, Margarita, y cuando se cumple un nuevo aniversario de la muerte de su hija Romina, Cris se abrió y contó un drama insospechado: su legado familiar.
Toda familia tiene sus historias y secretos y la de Cris está marcada por las enfermedades mentales. Así lo reveló la productora, en una nota a fondo con Infobae, donde se explayó en un deseo que la acompañó desde chica: ser diferente a lo que había vivido en su casa.
“Yo quería ser totalmente diferente a lo era mi familia, que era maravillosa pero que tenía mucho delirio en la cabeza y yo necesitaba modificar eso para mi vida”, aseguró, y agregó: “Mi mamá tenía un problema mental muy grave. Pero lo descubrimos cuando yo tenía catorce años”.
Cris recordó que, cuando todo se supo, su mamá se estaba recibiendo de socióloga. “Mi papá era un ingeniero totalmente rígido y no sabía qué hacer. Fue muy duro”, sostuvo, y sumó: “En mi familia había una descendencia de mujeres muy inteligentes y brillantes que habían vivido todo tipo de problemáticas”.
EL DRAMÁTICO LINAJE FAMILIAR DE CRIS MORENA
Los problemas de la mamá de Cris no aparecieron de la nada, sino que decantaron luego de dos dramas en su familia: “Mi bisabuela se suicidó, mi abuela fue lobotomizada y mi mamá tuvo un problema muy grave de salud mental”.
Según Cris Morena, su madre era “una mujer brillante, pero también su locura era brillante y esa locura brillante era un poco peligrosa”. Sin embargo, incluso este doloroso tema familiar tuvo, para ella, un punto positivo: “A lo largo de la vida, me di cuenta de que la disfuncionalidad de mi mamá me permitió revelarme contra ella y contra el mundo. Esa rebelión me salvó la vida”.